Beca agradece que el día pase rápido, y espera que, la entrega del trabajo se le haga ligera y rápida para acabar, y no tener que volver a cruzar miradas con Chloe nunca más en lo que queda de año escolar.
Porque sí, Beca piensa no dirigirle la palabra nuevamente a la pelirroja, ya que, sabiendo lo mucho que le gusta, y sabiendo que la ha besado, no quiere causar que sus sentimientos vayan en aumento.
Y de no ser porque Chloe insiste en hablar con ella, y tener una conversación que la morena no cree necesaria, todo estaría mejor en este día.
Pero la pelirroja parece empeñada en hacerle saber algo a la morena, y, aunque Beca busca todo tipo de excusas para alejarse de Chloe, sabe que no es posible. Porque la pelirroja persiste, y espera, para decirle lo que sea que quiera decirle.
– ¡Beca!– Y ahí está Chloe, caminando hacia Beca, quien, tiene la nariz enterrada en un libro. La morena suspira, sabiendo que ya no podrá evitar mucho más a la chica.
Por suerte para Beca, la campana suena, dando indicio a que deben dirigirse hacia la siguiente clase, pero, la parte mala de eso, es que, es hora de entregar ese trabajo de biología que tanto desespera a Beca.
La morena cierra el libro que estaba leyendo, se levanta del césped en el que estaba sentada, y se dirige hacia el aula, a paso rápido y nervioso.
Chloe suspira al ver que la morena se le escapa una vez más en el día, perdió la cuenta, pero sabe que fueron más de tres, y, está empezando a impacientarse.
Chloe no es de las personas que, fácilmente se irrite, o se cansé de algo, pero, en estos casos, la paciencia de la pelirroja es limitada, y a este punto está llegando a su fin.
Camina hacia su siguiente clase, con su corazón palpitando fuerte, sus manos temblando, y su cabeza dando vueltas. Y Chloe sabe que eso no son nervios.
Lo sabe porque no es el trabajo y su lección en lo que está pensando. Lo sabe porque su paciencia se está agotando. Lo sabe porque esa estúpida morena es la causante de su maldito comportamiento. Ella y ese maldito beso.
Y Chloe se maldice a si misma y a su compañera de trabajo. Porque, de no ser por ese beso, no estarían en esta situación.
No estarían constantemente en un juego de, veamos quién resiste más a quedarse al lado de la otra. Porque, es ridículo.
Beca siempre sale perdiendo, y en menos de 10 minutos da por terminada cualquier conversación y se larga, dejando a la pelirroja sin decir lo que realmente quiere.
Pero, siendo sinceros, ninguna dice lo que realmente quiere. Porque no es correcto.
Apenas se conocen, y acaban de besarse.
Y por más pacto de olvidó que hagan, está grabado a fuego en sus mentes.Y Chloe se odia a si misma por no haber reclamado un cambio de pareja. A pesar de que, las posibilidades de que el profesor cediera eran pocas, habría valido la pena.
Entra al salón a paso ligero, y nota que su amiga está esperándola en su asiento de siempre, pero Chloe tiene otros planes.
Nota a la morena sentada al fondo, con sus auriculares puestos, y dibujando algo en su cuaderno. Decidida, se acerca a ella, y al llegar, apoya sus manos en la mesa, para que Beca la vea.
La morena levanta la vista, y al encontrarse con la pelirroja, suspira agotada. Ve a Beca empujar los cascos hasta que caen sobre sus hombros, y cierra su cuaderno.
– ¿Que?– Pregunta con desgana, pero sin ser grosera.
Solo desgana, porque, Beca también está harta de huír de Chloe, harta de ese maldito juego, harta de todo.
Pero, huír es algo que ha hecho toda su vida. No puede simplemente dejar que Chloe venga y haga lo que quiera con ella, no.
Y, aunque Beca muere por salir de ese hoyo que sabe que ella sola cabo, una parte de ella desea quedarse ahí, y ver qué pasa con la pelirroja y ella.
Quizás por eso aún no fue grosera con Chloe. Quizás por eso Beca sigue hablándole y tratandola de manera amable.
– ¿Puedo sentarme contigo?– Pregunta Chloe, observando el asiento vacío al lado de la morena.
– ¿Por qué?– Pregunta Beca sin entender.– Digo, siempre te sientas con tú amiga.
– Sólo..– Chloe levanta sus manos, y aprieta los puños en gesto de frustración, suelta un suspiro y mira a Beca.– ¿Puedo o no?– Pregunta tratando de calmarse y aguantar la atmósfera tensa en la que ella y Beca se encuentran.
– Uh..sí.– Dice Beca, mientras toma la maqueta que está del otro lado de la mesa para que Chloe se siente ahí.
Chloe ve su oportunidad para decirle a Beca lo que intento en todo el día. Ahora es el momento, Beca no puede huír del salón, ni de la lección, si Chloe no lo dice ahora, tal vez jamás pueda decirlo.
– Beca.– Suelta la pelirroja, Beca emite un sonido para que sepa que la está escuchando, pero vuelve a dibujar en su cuaderno.– Tengo algo que decir..sobre..lo..lo del beso.– Musita lo último en voz baja, porque está segura de que, si lo dice muy alto, será demasiado para ambas.
Beca para de trazar líneas en su cuaderno un segundo, procesando las palabras de la pelirroja y las alarmas de alerta se encienden en su cabeza.
Empieza a pensar, quizás dice que no le gustó, quizás dice que sí le gustó, o quizás simplemente quiere olvidarse de ese estúpido beso. Quizás para ella fue absurdo, Beca no lo sabe, lo único que sabe es que detesta perseguirse tanto con lo que dice la pelirroja.
– Sí, claro. Dilo.– Musita Beca, un poco bajo, y con miedo a lo que dirá la pelirroja a continuación.
Chloe suspira, cierra los ojos un segundo y luego vuelve a abrirlos, no sabe si está preparada para soltar esto, pero lo hará de una manera u otra, así que lo suelta con algo nerviosismo.
– A mí..me gustó.– Musita, es apenas audible, pero Beca lo escucha a la perfección.
El lápiz de la morena se resbala de su mano y cae sobre su cuaderno, se queda helada en su sitio, y por un momento Chloe teme que fue mala idea mencionarlo.
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I Knew You Were A Trouble (Bechloe)
FanfictionChloe Beale es una chica de 17 años, buena, recta, educada, no suele meterse en problemas. Es más, suele mantenerse alejada de todo lo que tiene que ver con esa palabra. Su vida no define lo perfecto, pero si lo aceptable. Ella es una chica con much...