Broken | Dabi x Reader x Hawks |

- CH 1 -

Podía escuchar las gotas de lluvia caer a mi alrededor, pero no sentía nada. El frío del agua deslizándose sobre mi piel era ya imperceptible. ¿Cuánto tiempo estuve paradx en ese muelle con la mirada perdida en el mar? Perdí la noción del tiempo. Lo único que se repetía constantemente en mi cabeza era ese maldito momento, mis palabras, su reacción.

- "BabyBird, no te pongas así"- repetía una vez más.

- "¡Dejá de llamarme así! "- le decía mientras intentaba contener las lágrimas.

- "Estaba ocupado"

- "Siempre estás ocupado. Solo desearía ser tan importante como tu trabajo"

- "¿Me estás jodiendo? ¡Lo sos!" -

- "Cuando desaparecés por días, semanas y no se te ocurre llamarme ¡¿Te preocupás por mi tanto como yo me preocupo por vos?! Muchas veces me pregunto si dedicás al menos un instante en tu día para pensar en mí" - Mis palabras no paraban de salir, aunque quería dejar de hablar.

- "Mierda BabyBird, ¡obvio que me preocupo! Solo qu-"

– "Cuando estás en una misión paso noches sin dormir y cuando finalmente estás conmigo tu mente está en otro lado. ¿Pensás que soy estúpidx? Volvés siempre con nuevas heridas y pretendés que te cure sin hacer preguntas. No me hablás, seguís poniendo tus putas barreras y me alejás cada vez más."- Se me hacía un nudo en la garganta con cada palabra que pronunciaba – "Quería creer que podía derribar tus muros, que podía compartir la carga de tus problemas pero últimamente me pregunto si estamos juntos porque te soy útil o porque realmente querés estar conmigo"

- "¿Qué se supone que significa eso? Ya te dije que mil veces que mi trabajo no tiene nada que ver con vos" – me interrumpió.

- "Fui unx estúpidx por enamorarme de vos, sabía como eras, sabía que no ibas a poder confiar en mí como yo lo hago con vos. Te amé tanto Keigo..."

- "¿Amé? ¿En pasado?"

En ese momento pensé en lo mucho que iba a extrañar su calor, su aroma, sus plumas rojas dispersas por toda la habitación...

- "No puedo más Keigo. No puedo seguir viendo como te lastimás física y mentalmente sin hacer nada, sin poder ayudarte"

- "No hay momento en el que no quiera estar con vos en vez de arriesgar mi vida en esas estúpidas misiones, per-" – dejó salir un suspiro - "Te amo BabyBird, ¿no es eso suficiente?"

Su celular comenzó a sonar. Afuera se escuchaba como comenzaba a llover. Desde el ventanal del living donde estábamos se podían ver a lo lejos algunos rayos.

- "No atiendas..." – Dije casi susurrando. Si él se abría aunque sea un poco conmigo, si me contaba qué pasaba por su cabeza podríamos tener una oportunidad.

- "No me llamarían si no fuese una emergencia"

Las dudas que me quedaban desaparecieron cuando él contestó esa llamada. Podía distinguir la voz de Endeavor del otro lado de la línea.

- "Tengo que irm-... Mierda. Cuando vuelva podemos hablar de est-" – dijo apenas cortó el teléfono.

- "No hay nada más que hablar, Hawks."

- "¿Hawks? No seas así" - decía desesperado mientras su celular sonaba una y otra vez demandando su atención como siempre – "¡Mierda! Sí, AHORA VOY. – le gritaba a la voz que provenía del teléfono- "BabyBird, por favor, esperame." – dijo desde la ventana mientras intentaba leer mi expresión – "Te amo"

Un silencio abrumador llenó el ambiente de mi pequeño departamento cuando Keigo Takami desplegó sus enormes alas rojas y partió a toda velocidad. Entendía perfectamente que su trabajo como pro hero consistía en salvar personas y debía irse, pero el vacío que sentía en ese momento no me dejaba pensar. Lo único que estaba en mi mente era que él podía verme sufrir, con el corazón en las manos e igual marcharse.

Agarré una lapicera, le escribí una nota y la dejé en la mesa del comedor. Tomé una mochila, junté algo de ropa y dejé mi departamento atrás. Sabía que no iba a poder volver por un tiempo, ya que si lo hacía él estaría allí y yo no era lo suficientemente fuerte como para despedirme de él.

Lo siguiente que recuerdo es la fría lluvia de invierno mezclándose con mis lágrimas y el olor a mar. En mi mano derecha un ron y en la izquierda un celular que no paraba de sonar. Nunca atendí, de hecho, ese sonido ya me tenía harta por lo que lo arrojé con todas mis fuerzas al mar. Quería volver a tener la mente en blanco para no sentir el dolor de mi corazón roto y ese estúpido celular con el nombre: Keigo y un corazón no ayudaban.

Después de permanecer horas bajo ese cielo gris, me di cuenta que estaba en el lugar donde lo había conocido ¡¿Qué tan patéticx podía ser?! Mi cuerpo se movió solo hasta ese destino, seguramente guiado por mi inconsciente e influenciado por el contenido restante de la botella de ron.

Comencé a correr sin rumbo por las calles de la ciudad, intentando alejarme lo más rápido posible de aquel lugar hasta que me choqué con alguien. Caí al suelo rompiendo la botella ya vacía.

- "Mirá por donde vas, idiota."- Dijo aquel hombre vestido de negro mientras me miraba con sus fríos y distantes ojos celestes.