Cuando por fin logro entrar en mis constantes vitales, contemplo que estoy rodeado de grandes lujos, me encuentro en una cama con sabanas de seda, un edredón nórdico de la marca Reig Martí, la almohada es mu esponjosa, se nota que es de Aloe Vera, el colchón (compuesto por: látex, algodón y un prefecto recubrimiento de seda india) es muy confortable a la vez que esponjoso, la base y el cabezal de la cama son de madera de roble, están tallados cuidadosamente al estilo medieval, del techo cuelga un velo blanco que combina a la perfección con los tonos amaderados de la estancia, al fondo resalta un biombo, tras él sobresale un enorme armario a juego con el mobiliario, unos sillones a mi derecha me sorprenden con una montaña de ropa, aparentemente sin estrenar, vagamente diviso cinco marcas diferentes: Gucci, Chanel, Prada, Louis Vuitton y Ralph Lauren.
Me doy cuenta de que estoy prestándole más atención a la habitación que a lo que llevo puesto, ( no se como pudieron haberme cambiado de ropa sin que yo me despertara) noto en mi cuerpo el tacto de un pijama de seda , en el lado izquierdo de la cama, encima de la alfombra hay unas zapatillas Chanel con mi nombre grabado a mano, es como si esto estuviera planeado desde hace tiempo, en la mesilla izquierda se alza una carta doblada en forma de corazón de cuyo centro sobresale un recorte de papel con mi nombre en letra vintage, me decido a ver su contenido, las palabras son claras y concisas:
"Baja a la cocina"
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"Sugar baby"
Novela JuvenilMax, un chico normal, con una vida normal se despierta un día con una notificación extraña en su teléfono. >