Capitulo 5

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El joven de mechones verdes se quedó sentado en la terraza con las rodillas en el pecho, una oleada de frío azotó el lugar haciéndolo temblar pero aún así no hizo ningún intento para levantarse.

Shun: Necesito dejar de atormentarme con estas cosas

Con sus pensamientos un poco mas calmados, el chico cerró el diario y se fue a su habitación a descansar.

A la mañana siguiente

Los rayos del sol entraron por la ventana iluminando el angelical rostro del caballero de andromeda, abrió los ojos lentamente mientras soltaba un largo bostezo.

Shun: Ñam ñam, ¿Ya amaneció?

Ikki: - entra con una bandeja - Buenos dias, dormilon

Shun: Buenos dias, hermano

Ikki: Te traje panqueques con mucha miel como te gustan

Shun: mmm hermano, gracias

Ikki: de nada Shun, ¿y que tienes ganas de hacer hoy?

Shun: ¿Entrenamos?

Ikki: ¿Ahora mismo? Pero hace menos de un día saliste del hospital, Shun

Shun: ¿Por favor? No me gusta estar acostado tanto tiempo

Ikki: Más vale que sea suave - suspira - Desayuna primero

Después de comer ambos hermanos fueron al gimnasio de la mansión vestidos con ropas de entrenamiento. Después del calentamiento básico, los hermanos se pusieron uno frente al otro en posición de ataque.

Ikki: ¿Listo?

Shun: Si

Como era costumbre el fénix dejó que su hermano le atacara primero. Bloqueó lae, no vio venir el puñetazo que este le lanzó, apartando su cara lo suficiente como para que los fuertes nudillos del niño no golpearan de lleno su rostro, y sólo dejaran un pequeño raspón en su mandibula al rozar. Ikki soltó a Shun y comenzaron un pequeño combate, en el que, pensaba el mayor, Andromeda se estaba esperando mucho. Abandonando su postura defensiva y lanzando más ataque de lo usual.
No lo malinterpretes, Ikki de Fénix se enorgullece de su hermanito menor, pero los eventos de los últimos días lo tenían bastante inquieto y preocupado, por lo que su instinto de hermano mayor sobre protector (o mamá gallina, como le llamaba Shun) temía que la salud del peli verde decayera. Finalmente, cuando consideró que el menor se estaba excediendo, el ave de fuego dió por terminado el encuentro.

Ikki: Ya es suficiente, Shun

El mencionado lo miró incrédulo.

Shun: ¿Es una broma?

El peli azul negó con la cabeza mientras empezaba a caminar hacia las duchas siendo seguido por el más chico.

Shun: ¡Ni siquiera llevamos 15 minutos!

Ikki: Y ya estas sudando

Puso su mano en la frente de Shun, que para su sorpresa; estaba seca, un poco cálida y sus mejillas algo rosadas, pero nada fuera de lo común. No se veía tan agotado, pero el mayor no necesitaba que lo estuviera.

Ikki: Te dije que te tomaras el entrenamiento con calma

Shun: Pero Ikki

Ikki: No quiero escucharlo, saliste del hospital ayer y aún no me has dicho siquiera como terminaste así

Shun: ...

Ikki: Asi que hazme el favor de ducharte y volver a la cama

El menor se retiró sin siquiera responderle a Ikki, quien suspiró cansado ante el mal humor de su hermano.

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