Tras estar unos minutos abrazados, los hermanos se separan.
Ikki: Si, bueno, deberías darte un baño antes de acostarte
Shun: Lo hare
El menor tomó un pijama y empezó a escarbar en el armario.
Shun: ¡Hermano!
Ikki: - entra - ¿Qué pasa?
Shun: ¿Has visto mi toalla?
Ikki: ¿Miraste en la secadora?
Shun: No
Ikki: Seguro está allí, báñate y ya te la traigo
Shun: ¿Seguro?
Ikki: Anda
Shun tomó sus cosas y fue al baño. Mientras la tina era llenada con agua caliente se froto el cuello por tercera vez en el día, lo sentía rígido y sus músculos un poco adoloridos. Acabó de desvestirse y tras vaciar un tarro de burbujas, se metió en la tina. Permitió que el agua caliente aliviara la tensión de su cuerpo, hundiéndose en las burbujas y dejando afuera solo su nariz para respirar.
Tras un par de minutos empezó a escuchar sonidos en su cuarto, empezaron por pequeños crujidos hasta escucharse pasos pesado. El peli verde no le dio mayor importancia hasta que oyó que maltrataban la puerta del baño, haciendo que el menor se arrepintiera de no haberle puesto seguro, a pesar de que no intentaba abrirse. Se quedó quieto unos segundos observando la puerta, escuchaba rasguños y golpes constantes, como si se tratase de un animal que intentaba llamar su atención. Su ansiedad aumentaba al tiempo que el forcejeo en la puerta insistía, peor aún cuando vio por debajo de la puerte la sombra de dos piernas extrañas.
Soltó un suspiro de alivio cuando la puerta se abrió sin previo aviso y su hermano mayor entro al baño, con la toalla del niño en mano.
Shun: ¿Tuviste problemas para abrir la puerta?
Ikki: - levantó una ceja - No
Shun: Bueno - sonrie con gracia - Gracias por tocar
Ikki: Lo siento - rueda los ojos - Tocaré la próxima vez
El peli verde frunció el ceño, ¿Cómo que no había sido su hermano?
Ikki: ¿No estás muy grandecito como para um baño de burbujas?
Shun: ¿No estoy muy grandecito como para que entres sin tocar?
Ikki: Touche - se marcha - ¡Estaré en mi cuarto si me necesitas!
Shun: ¡De acuerdo!
Cuando el agua empezó a enfriarse, el joven salió del baño con la toalla alrededor de la cintura. Se puso el pijama y se metió a la cama. Afuera empezó a llover a cántaros, funcionando como canción de cuna, ya que le tomó minutos quedarse dormido.
A la mañana siguiente
El silencio de aquella pacífica mañana fue roto por un sonido estruendoso de objetos quebrandose y un grito agudo.
???: ¡AHHHHHHHHH!
Alarmados, los caballeros salieron de sus camas y corrieron hacia la causa del ruido.
Shun: ¡Saori!
Aioros: ¿Está bien, señorita?
Ikki: ¿Qué carajo pasó aquí?
La sala de estar estaba destrozada: Cuadros, jarrones, retratos, relojes y demás decoraciones estaban en el suelo hechos añicos; incluso algunos azulejos del piso estaban partidos. La dueña de la mansión se encontraba pálida, el agarre que tenía sobre el arquero probablemente era lo único que evitaba que se desplomara.
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La Posesión
Fiksi PenggemarUnas vacaciones en una cabaña en medio del bosque suena bien... Pero, ¿Que pasaría si esa cabaña esconde un oscuro secreto tras sus paredes? Se pondrá a prueba la amistad y hasta donde serían capaz de llegar por uno de los suyos... ¿Y que tan fuerte...