Hinata Shoyo se ve obligado a asistir a una cita matrimonial como su hermana, por ello tiene que ocultar su aroma a omega y rezar para arruinar la supuesta cita y que el hombre con el que se reunirá se olvide de la idea de casarse con su hermana com...
-Ryota, tenemos una misión, no la olvides.- un pequeño de no más de seis años pasaba a hurtadillas detrás de su hermano
-¿por quien me tomas Kenta?¿Te recuerdo que yo soy el mayor?- el pequeño pelinegro se burlaba de su hermano.
-Chicos callar ya que nos pillaran.- Ambos callaron en cuento vieron a la más pequeña regañarlos como su madre.
Los pequeños iban en fila, siguiéndose el uno al otro mientras pasaban por su casa de noche, dirigiéndose a su destino rápidamente. Deteniéndose ante su gran rival, la puerta que les impedía el paso y la que siempre los delataba.
-Bien.- Ryota habló primero. - Kenta, Hikari, tenemos que abrir la puerta y entrar sin que nos pillen así que no hagáis ruido.- Susurró. viendo como sus hermanos le asentían.
La puerta se abrió lentamente dejándolos paso no veían del todo bien por la oscuridad de la habitación, pero la luz de la puerta que abrían al pasar les ayudaba a distinguir los muebles para no chocarse en ellos. El gran nido se deslumbró entre ellos, dando por cumplida su misión al correr hacia él.
-Tobio.-Hinata gimió mientras se movía entre las sabanas del nido. Kageyama solo resopló para indicar que lo escuchaba.-Creo que alguien entró en la habitación- Vaciló mientras se reía de su alfa, como siempre, él había tenido razón, los bebés no quería dormir solos. Kageyama se incorporó viendo las tres diminutas sombras que se movían libremente por la habitación , ocultándose de su padre.
-Niños traviesos, ¿Qué os dije de venir aquí a las tantas de la noche?- Los dos niños fulminaron a su hermana, era momento de usar las cualidades de "niña de papá". Su hermana captó el mensaje al momento.
-Papi, es que mis hermanitos y yo queremos dormir en vuestro nido.- El puchero en el rostro de su hija lo derrumbó totalmente, era demasiado temprano para quejarse a ello, lo tomaron con la guardia baja.
-venir aquí- Solo dejó espacio entre él y su pareja para que lo ocuparan los cachorros, como siempre ocurría, su hija se apegaba a él y acabaría despertándose con una mata de pelo pelinaranja que no pertenecía a su pareja, sino a su hija, mientras que los dos revoltosos que tenía por descendencia se arropaban junto a su madre. Era como tener a tres rivales igual a él. -Ahora a dormir- No tardaron en quedarse en silencio.
-te dije que era muy pronto para sacarlos del nido.- Hinata le reprochó con un sonrisa.
-Esto es porque los mimas demasiado-
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-¿Dónde están mis niños?-
-Tía Natsu- Los niños salieron corriendo a recibir a su tía. Una de los altos cargos de Kageyama's Corp, se mudó cerca de ellos después de cumplir los dieciocho, y estudió duro para conseguir su puesto.
