G.J.N.S.L.Q.E.D.D.T

Capítulo 89

Gu Ye sabía que Qiao Yang no había notado su sospecha y ansiedad en absoluto.

La razón fue que la empresa estaba demasiado ocupada, no lo acompañó a la ciudad a, y no respondió a sus mensajes y llamadas a tiempo.

A Qiao Yang no le importaba: "¿También te llaman desaire? El verdadero desaire es tirar de negro, mantente alejado, adiós".

Gu Ye lo abrazó, "No ... yo no haría esto".

Parecía que quería compensarlo por todo su fracaso en responder a Qiao Yang en estos días. Gu Ye bajó la cabeza y besó el cabello, la frente, la mejilla del hombre ... Como anoche, no quería soltar cada centímetro de su piel.

Suave, serio y dedicado.

Qiao Yang todavía tenía la acidez y el agotamiento de la noche anterior dentro y fuera de su cuerpo. Al ver a Gu Ye, que se volvió cada vez más emocional, se encogió y se escondió asustado:

"Tú ... deberías seguir despreciándome. No más hoy."

Gu Ye observó su reacción, preocupado: "¿Te está lastimando? Déjame verlo?"

Solo quería bajar los pantalones.

Qiao Yang se sacó los pantalones para esconderse, "¡No mires! Está bien".

Como resultado, la acción fue un poco más grande, tirando de un lugar con una sensación de desobediencia y trepando por el coxis, seguido de un escalofrío de nervios en todo el cuerpo.

La incomodidad física lo irritaba: "Oye, no te metas. Sé cómo estoy. Nada está bien".

Gu Ye no se atrevió a moverse de inmediato, pero observó profundamente mientras continuaba moliendo duro, persuadiéndolo pacientemente.

Qiao Yang no está de acuerdo con la vida o la muerte: mirar la polla de la gente por la mañana, ¿es anormal?

Gu Ye indefenso: "Entonces te daré un desayuno caliente, ¿puedes ir al baño a lavarte?"

"No hay problema."

Qiao Yang le dio unas palmaditas en el pecho, expresándolo por sentado.

Como resultado, me di cuenta de lo suaves que estaban mis piernas y de lo adolorida que estaba mi cintura cuando me levanté de la cama. Me sentí incómodo después de dos pasos. Casi se apoyó contra la pared del baño, se cepilló los dientes y se lavó la cara.

Mirándose al espejo, todavía quedan estas marcas rojas en el cuello que no está cubierto por la ropa, sin mencionar en el cuerpo, se puede calificar de terrible.

Qiao Yang hizo un puchero: Gu Ye estaba realmente loco anoche.

Parecía haber dos asistentes de Gu Ye en casa. Qiao Yang se miró a sí mismo y disipó la idea de ir al restaurante. Dándose la vuelta, siguió cayendo sobre la cama jugando con su teléfono móvil, esperando perezosamente el desayuno.

Probablemente porque fue incriminado por primera vez anoche y confesó públicamente la reacción en cadena provocada por la reversión de la situación. El teléfono estaba lleno de llamadas perdidas y mensajes de texto.

Preocupado, felicitado, preguntado por la situación.

Primero llamó a Qiao Jin.

Qiao Jin se burló de él: "¿Me acabo de levantar ahora? ¿Necesito comprarte un tesoro de riñón?"

Inexplicablemente, se agregó otra frase: "El señor Gu no fue a trabajar hoy".

Qiao Yang: ...

Sintió la cintura adolorida que no podía enderezarse y sintió que realmente necesitaba maquillarse.