Curiosidad.

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― Crownguard. ­­­­­

Pronuncia el docente. La aludida levanta la mano en respuesta y el maestro la mira un momento, anotando la asistencia mientras baja la mano.

— DuCuteau.

Dirige su vista al frente, donde se sienta la nombrada que imita su acción. Y esa es su rutina constante: observar de lejos a la chica que suele pasarse el día fuera del aula. No le importaba, para ser honesta. Simplemente le causaba intriga saber cómo haría para evitar el remordimiento de faltar a una clase. Nunca faltaba a ninguna, pero ella simplemente tomaba uno que otro libro y se iba, a veces la veía sentada en el campo de combate de la academia y a veces, solo no estaba ahí. Cuenta los períodos que la ha visto haciendo alguna tarea y la verdad es que eran varios.

Recarga su mejilla en la palma, asomándose a la pantalla de su celular que tiene un mensaje sin abrir; no le interesa, solo quiere ver la hora en que acabe la clase y agradece que el maestro tome asistencia cuando están a punto de acabar la sesión. Pero eso sería ver cómo su compañera de clase sale y no se vuelve a saber más de ella hasta las últimas materias. Una mano un poco tosca se deja caer en la espalda, a la altura de sus hombros, dispersando cualquier pensamiento.

— ¡Hey, Lux! Vayamos afuera.

Lux sonríe, sobando el área que había ocupado la mano de su amigo.

— Te he dicho que no me golpees así. — Expresa en tono juguetón, tomando su báculo y levantándose del asiento. Mira hacia el frente, siguiendo con la mirada a su compañera que habla con el maestro y después toma su marcha hacia la puerta.

— Te ves muy pensativa el día de hoy, brillitos. — Menciona, apuntando su dedo pulgar en su pecho para decir algo.

— Ezreal, ¿conoces a DuCuteau?

Ezreal baja el pecho con mirada desilusionada, le habían interrumpido su frase de motivación.

— ¿Quién?

— DuCuteau. Solo sé que se apellida así, la chica de cabello rosa que se sienta casi al frente.

Ambos caminan por los pasillos para salir al campo y algunas chicas saludan a su amigo, que gustoso devuelve el gesto. Lux ya estaba acostumbrada.

— ¡Ah! ¿La de las espadas?

— ¿Espadas? — Frunce el entrecejo confundida, intentando recordar si sus armas eran espadas.

— O bueno, no sé si sean espadas. Son como cuchillos. — Corrige mientras salta a uno de los asientos de las gradas del campo.

Lux se deja caer con delicadeza, montando su báculo en la espalda. Abre una bolsa de botana, contemplando el gran campo techado. Recuerda que la había visto combatir contra un chico que no conocía, pero sí, la definición de cuchillos coincidía con el tipo de arma que utilizaba ella.

— Sí, ella.

— Se llama Katarina. ¿Por qué?

Lux se distrae en un jugo de caja, con la vista aun al frente.

— Curiosidad.

— Bueno, es que ella está en la materia de Graves y tú con Ryze, por eso no entra a las clases siguientes.

De repente el gesto de Ezreal cambia a uno pícaro, sacude con el codo a Lux y apunta al frente. Lux baja la mirada sin quitarse el sorbete de la boca.

— ¿Qué?

— Mira quién te está viendo.

Lux enfoca al chico del campo, que no duda en levantar la mano para saludarla con una sonrisa. Responde el gesto por cortesía y el chico sigue con el juego que habían iniciado.

Casualidad. [Kata/Lux]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora