18

1.1K 165 25
                                    


Camino a casa de los Ackerman el silencio predominaba en el auto, Kuchel estaba enojada el desinterés de los padres de Hanji ante un tema tan importante como lo es la salud de la chica era una situación frustrante.

- Hanji, cariño ¿Te gustaría vivir con nosotros?

- Mamá no permitiría eso.

- Pero si ella lo permitiera ¿vendrías a vivir con nosotros?

- Si, me gusta pasar tiempo con ustedes.

Luego de esa pequeña conversación nadie volvió a hablar hasta que llegaron a su destino.

- Voy a hacer la cena, luego prepararé una habitación para Hanji, mientras tanto ¿Puedes llevarla a tu habitación?

- Está bien.

- Cuidado en las escaleras.

La chica mantenía su mirada en el chico, mientras esté revisaba unos cuantos papeles encima de su escritorio.

- Mañana debemos ir a clase.

- Tu no vas a ir - la chica negó.

- No puedo faltar estamos cerca de los exámenes, sabes que siempre me va fatal.

- Por eso yo te ayudaré mientras estás aquí.

- Aveces siento que fastidió demasiado enano.

- Puedes llegar a ser fastidiosa a veces Hanji, pero esté no es el caso, acabas de golpearte fuertemente la cabeza y cargas una conmoción cerebral, los exámenes no deberían ser tu preocupación en estos momentos.

- ¿Por qué mis padres no han venido a verme?

- No lo sé...

- Son unos imbéciles de mierda.

- No debes hablar así de tus padres Hanji.

- Entiendo que no me entiendas Levi, Kuchel es perfecta.

- Bueno, si no me explicas no puedo entender ¿Qué pasa?

- Nada, solo olvídalo.

- Erwin y Mike están en camino, quieren ver cómo estás.

- Bien, necesito un poco del humor de cejotas y del sabueso.

- ¿Desde cuándo llamas a Mike sabueso?

- Desde ahora, se me acaba de ocurrir - rió levemente.

Al pasar alrededor de quince minutos Erwin y Mike se encontraban en la sala de estar, Levi ayudaba a Hanji a bajar las escaleras de veces en cuando tenía pequeños mareos.

- ¡Hola chicos! - gritó la castaña.

- Ni tan fuerte fue el golpe - bromeó Mike.

- ¿Qué fue lo que pasó?

- Bueno verás Erwin, desde hace años tengo una relación tóxica con la puerta de mi queridísimo baño y tuvimos una leve discusión donde yo salí herida.

La mirada de los cuatro se dirigió hacia la cocina al escuchar la escandalosa risa de Kuchel, reacción hacia la pequeña historia contada por la castaña.

- Por Dios díganme qué no es cierto, acabas de crearte esa historia en este preciso momento - la mujer salió de la cocina con la espátula en mano.

- Es Hanji mujer, ya la conoces - comentó su hijo.

Las horas pasaron rápido entre risas y bromas, Erwin y Mike volvieron a sus casas, mientras el dúo inseparable se encontraba en el sofá.

- Mencionaste nuestro viaje a Francia.

- Si lo sé.

- Aún... ¿Aún quieres ir? ¿Aún cumplirás nuestra promesa?

- Claro que la voy a cumplir cuatro ojos, acaso no confías en mí.

- Si lo hago enano, pero eres demasiado bipolar.

- ¿Bipolar? ¿De qué diablos hablas?

- Hoy estás aquí sentado, mañana puedes estar asaltando un banco mientras matas a quien se te cruce en medio, eres todo un misterio Levi - bufó levemente.

- Estás loca Hanji.

- Si, creó que sí lo estoy enano.

El chico pasó su brazo por el cuello de esta mientras la acercaba a el.

- Así que no vuelvas a abrirte la cabeza antes de nuestro viaje cuatro ojos de mierda.

- No te voy a prometer nada maldito enano - habló divertida.

I would like to fly like birds ||Levihan||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora