Pasaron los años, una joven de ojos grandes, piel canela y personalidad extraña cautivarían a Octavio. El no sé imaginaria que terminaría completamente enamorado, su estatura pequeña, la hacia ver para sus ojos, lo más dulce y tierno. Quien supusiera que cada ser humano tuviera sus ambos lados. Octavio de más de un metro y medio con un cuarto de alto, ella su adoración y su escape. Eran las 7:00 pm de la noche, y Octavio la fue a recoger a su casa con una camisa blanca a rayas azuladas de lino, un reloj dorado analógico de muñeca, unos lentes negros y blancos, calzados estilo al Viejo Oeste y un pantalón de gabardina azul. Él estaciono su deportivo tradicional al frente del portal de la casa de su "sweetheart". Cogió el pequeño ramo de margaritas amarillas con rosas rojas y salió del auto. Sintiendo que algo sé lo apoderaba en el momento que comenzaba a subir las escaleras, las luces se encendieron.
Comenzó el ocaso mientras Octavio esperaba en la puerta. La luz amarilla dentro de la casa empezó a encenderse, y por las cristalinas ventanas borrosas se observaban sombras en movimiento. El marco de la puerta era de madera de roble, y su diseño bastante refinado. La hermana menor de su princesa, le dio paso adentro de la casa. En esos momentos la iluminaría de la calle que estaba ubicada en la esquina se quemó. La hermanita pequeña, Scarleth se sorprendió, no habían pasado ese tipo de cosas desde que se mudaron al nuevo barrio y por la ubicación, no daba mal pronóstico que pasará algo de aquella magnitud.
Pasaron dos horas desde que ingreso a la casa, mientras hablaba con Scarleth a donde iban a pasar la noche, y porque iban con un tono formal suave. La enamorada de Octavio comenzaba a bajar escalón por escalón, mientras se escuchaban los tacones sonando contra el marmetón del suelo. Ella bajó y lo saludo con una caricia de su mano izquierda en su barbilla mientras, el le besaba la frente, agarrándola de su cintura. Acercándose a su oído ligeramente Octavio le dijo: "Cada vez que huelo tu perfume cerca mío, no puedo evitar en abrazarte". Ella algo sorprendida le dijo:"Suena bonito como dices" mientras se ruborizaba. Octavio se despido de la hermana of Honey. Se dirigieron hacia la puerta, donde Octavio le abría la puerta y Scarleth le hacia un gesto para que la llamará más luego. Él le dio paso hacia dentro del carro, y cerró la puerta del mismo. Y procedió a ir hacia el asiento del piloto a conducir, para llegar al lugar de la reunión.
Poco a poco se alejaron de la ciudadela residencial abierta de donde ella vive, mientras dejaban atrás a los vecinos, se dieron cuenta de la iluminaría quemada. Les pareció muy raro verla, ya que no habían pasado semejantes sucesos por la noche, iban de camino hacia la fiesta de reencuentro con los viejos socios que desde la graduación colegial no se veían. Pasaron por la autopista de Woodhaven, ya había pasado un buen tiempo, hasta que arribaron a la dirección que les dio en ese entonces el "Rey del baile". Antes de ingresar al club donde se celebraba la fiesta, se podían notar las hojas de cinco puntas, de colores amarillentos y anaranjados muy vivos y pálidos regadas por la vereda, que con su color gris opaco, se notaba muy poco. Cada paso que daban cada uno, se escuchaban como el crujir de las hojas con los tacos de dieciséis puntos y los zapatos casuales de suela negros. Las escaleras estaban a unos metros, y llegaron paso por paso bajando por ellas. El barniz de la madera del club después de llegar a la entrada subterránea, se observaba todo tan acogedor y bastante festivo en un aspecto muy formal y divertido. Por suerte, para cuenta de ellos había barra libre, y entonces Octavio le invitó un tequila a su reina, y ella se lo acepto.
Dentro del club, sentados en los bancos de la barra de madera hechos de roble cubierto con un barniz oscuro, y el mesón de mármol curveado de un verde opaco como el alga de las profundidades mezclado con un negro llamativo similar al petróleo. Las demás copas y vasos de tragos fuertes colocados en los estantes de madera de balsa dentro del bar, con sus licores como el Chivas Regal, el Grand Old Parr, el Double Black entre muchos más. Estaba bien equipado el club. Tendiendo de lados opuestos sus manos las copas llenas de un tequila para ella y de un ron rebajado para él. Su lovely princess, le agarró de la manga de la mano izquierda, ella le mostró una sonrisa de desafío y le comenzó a susurrar despacio, mientras ella le hacía recordar los motivos de la aceptación de la carta, invitación a la fiesta de reencuentro. Los labios de ellas, pintados de un color rojo pasión, y su piel tan suave parecida al algodón. Octavio le miraba a los ojos, sin prestarle atención al movimiento de su boca. Parecía que se había perdido por unos minutos sin haber dormido, ni estado en ronda, hasta que ella le alzó la ceja derecha y el se conectó.
Pasaron diez decimos de la hora, mirándose las caras, hasta que toparon del porque se conocieron de vuelta. Lo hacían sólo para distraer a las personas de los costados del mesón. Pero algo le decía a Octavio, que ella quería conocer más sobre sus viajes. Ella lo dejo intrigado, como si la existencia de la vida fuera conocerse mejor, sabiendo que ya eran una pareja.
Su chiquilla, como la consideraba él , comenzó a contarle los lugares que ha visitado.
Octavio: he viajado al Sur, en la Patagonia Argentina, al Aconcagua en Chile, las cataratas de Iguazu, la Tierra del Fuego, y otras más. Lugares bastante concurridos, y extremadamente hermosos, pero algo peligrosos. Le dice a ella, mientras sostiene el tequila a punto de regarse encima de su vestido. Octavio se detiene un momento, y pone el tequila encima de la barra.
Ella sonriente dice: Te acuerdas el porque llegamos juntos aquí? Y Octavio dice: estamos aquí para investigar lo que nos habían pedido por interno. Ella mueve la cabeza y dice: Y que esperamos? Octavio: a que comienzan a romper el hielo dentro del lugar. Ya había pasado una hora y aún comenzaba a llegar gente. Dejaron la barra, y fueron a los asientos del sofá, para pasar un buen rato, y ver si se incluían con alguno de sus viejos conocidos. Casi era de madrugada, y exaltados decidieron regresar a casa. Antes de esto deciden chequear un poco más el lugar. Fuentes cercanas de Octavio le habían dicho que dentro del local pasaba algo muy extraño.Octavio tras recibir esta noticia por mensaje, acudió hacia la discoteca solo. Al momento de entrar al lugar pudo ver de reojo que alguien más llego detrás de él sin ruido alguno. Todavía hacía viento y se podía apreciar el crujir de las hojas secas al bajar las escaleras. La calle solitaria debajo del metro describe mucho del lugar, el árbol desnudo de la esquina era casi indetectable a esas horas de la madrugada. El sonido casi hermético de la fiesta daba mucho que pensar de la tecnología que utilizaban pasadas la una de la mañana. Poco a poco llegaba el momento, entró a la barra y al pasar los minutos limitó su mirada a un fondo verduzco que parecía extraño con tanta oscuridad y luces de fiesta para que resalte del todo el local.
Octavio se hacía cada vez más preguntas dentro de su cabeza, mientras estaba perdido recordando la fisiología de su compañera, llego a imaginar muchas de las historias que podían suceder e inclusive llego a recordar las experiencias que tuvo que pasar para poder ser quién es el ahora. Su cabeza daba vueltas y solo pensaba en Honey, y todo lo que le podía pasar, al fin y al cabo ella estaba afuera solitaria en el apartamento de ellos y si algo malo le pasaría tras la búsqueda de la misión encargada no se lo perdonaría.
Tras mirar el fondo con un dibujo muy poco notorio de trazos difuminados...
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Soulmate
Teen FictionTrata de como un chico describe la vida de sí mismo durante largos años y lo que un adolescente puede llegar a pasar hasta encontrar al amor de su vida.