Soulmate

Árbol de almendras

All the afternoons after of being exit of high school, just think about her. Making a poem for my dear treasure, like the next one:

El alerted en la noche
Sirve para calzar
Un beso tuyo de mañana
Sirve para descansar

Observándote cada madrugada
Al son de nuestra melodía
Y la sinfonía nos pregunta
¿Cómo estamos? Cada día

Poco a poco se alejaron de la ciudadela residencial abierta de donde ella vive, mientras dejaban atrás a los vecinos, se dieron cuenta de la iluminaría quemada.

Les pareció muy raro verla, ya que no habían pasado semejantes sucesos por la noche, iban de camino hacia la fiesta de reencuentro con los viejos socios que desde la graduación colegial no se veían.

Pasaron por la autopista de Woodhaven, ya había pasado un buen tiempo desde que el automóvil comenzó a moverse.

Él le dijo: ¿Preparada para el reencuentro?
Ella respondió: Nervioso?
Él le sonrió: No mi almendra, solo quiero que te veas despampanante.

-Ella asintió con la cabeza ruborizada-

Se dirigieron a la fiesta, un festival muy colorido. Dentro de la universidad más dura del estado, todo era oscuro y una canción de Kodelaine sonaba en el carro. Un clásico volvo 1800, deportivo del año 1962...un regalo de su padre.

¡Un sueño!, y los jardínes rodeando todo el vecindario de un verde amarillo vivo, dentro de tanto color para una noche oscura.

Noche sólida,
Clima frío,
Dos cuerpos calientes,
Hacerlo con delirio.

Él se detuvo abajo del regazo de un árbol de almendras túpido. Todo tan romántico, el evento parecía complacido. Comenzaba a tocar la radio un tema que encendían miradas de fuego.

Un beso le dio ella, y el sin dudarlo, la subió en sus caderas. Espacio pequeño dentro de un infinito momento, todo estaba oscuro y los vidrios empañados.
Poco a poco los espiritus fusionandose, de repete dos almas gozando. Los besos lentos, y respiración constante y ritmica, mientras él la agarraba de las caderas, quitandole la chaqueta como una esgrima.

Sútil y lento, susurandole al oído, respirandole en el cuello. Los sucesos se hacían caos, y descalzas caricias surgían desde ese día, terminaron a carcajadas antes de llegar a su climax.

Los demonios se mantenían en sus miradas coquetas, sus amigos les llamaban por que no llegaban a la conmemoración, ellos respondiendo... que perdieron el rumbo tomando la calle erronéa y luego pasaron por una gasolinera.

El tiempo transcurría mientras sonaba una ochentera. La vibra de la misma se retumbaba en el salón principal. Eran casi las diez de la noche, y estupefactos entraron por ponche dentro del gran lugar.

La gran mayoría llevaba mascaras con trajes formales sin dudar. Más el compromiso de ambos en verse durante la fiesta los llevo a pecar.

Lugares dentro del instituto, escondites secretos. La principal escena se desarma dentro de las duchas, sin frenesí. Poca gente se arriesgaba para tener un tiempo a solas, experimentando con tanta gracia.

¿Como decirle al amor y a las ganas paren este desenfrenado alboroto? Lo único posible de hacer era satisfacer tanta agitación.

Se escuchaban roces, sustos, gémidos, lo visiblemente claro era la luz del campo y una ventana que daba directo al pasillo.

Paso el tiempo, y ya eran las doce. La fiesta seguía, amigos, conocidos, nuevos, viejos, profesores, artistas...unos cuerdos y otros locos...unos cuantos sobrios y otros ebrios.

La institución se lleno del deseo, de la pasión, de las ocurrencias jovenes. Pero también se lleno de amor, de rectitud y de locura.

Paso el momento, las ganas se apaciguaron, y el momento se recordo. La fiesta estaba por terminar, y todo el mundo recordo que debían regresar a su hogar.

Una noche de ensueños, promesas, ganas y deseos, todo se mezclo como una semilla que trata de germinar en su lecho. La tierra fresca estaba lista para ser sembrada. Y ocurrió algo inusual...