Capítulo 1

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Las gotas de agua escurrían lentamente por su cabello, algunas otras hacían un breve recorrido deslizándose por toda su cara hasta reunirse y caer desde su barbilla y la punta de su nariz. Las gotas caían una a una para luego estrellarse contra el duro concreto del suelo.

Poco más de una docena de estudiantes de primaria se encontraba formando un círculo, espectadores de lo acontecido pero sin intención alguna de tomar acción por iniciativa propia en su defensa. Al centro de encontraba Lucy, aquella pobre niña, tirada en el piso, completamente empapada e inmóvil, lo único que era capaz de hacer no era otra cosa más que temblar, a saber si por el frío, el miedo o por estar conteniendo su furia. Mantenía la boca entreabierta como si intentase decir algo pero por mucho esfuerzo que aplicase no conseguía proclamar palabra alguna. Era difícil descifrar lo que la desdichada muchacha estaba por hacer pues tenía la cabeza gacha a manera que fuese casi imposible verle el rostro dado a que sus largos cabellos negros lo ocultaban casi por completo, aunque no era un secreto que estaba tragándose sus ganas de llorar. Por mucho que le indignase tal situación, Lucy se veía incapaz de levantar la cabeza porque la cubeta vacía que la había mojado todavía pendía sobre ella, no necesitaba mirar el rostro de aquella que se había atrevido a humillarla para saber perfectamente que la expresión que mostraba no era otra cosa que una amplia sonrisa arrogante llena de satisfacción, y no era para menos, estaba orgullosa de lo que acababa de cometer.

Lucy no lo soportó más. La había empujado, insultado, roto sus anteojos y tirado agua sucia encima, no era algo que pudiese manejar por ella misma. Se levantó rápidamente, recogió cuantas pertenencias suyas alcanzaran sus manos y se dio a la fuga, muy probablemente a esconderse a los baños para poder llorar a su gusto.

Solté una fuerte carcajada al verla correr de forma tan patética. Di un suave suspiro de satisfacción y me giré para encarar a mis amigas, ellas se rieron conmigo mientras contaban bromas sobre lo que acababa de hacer. Tiré por algún lado la cubeta vacía y caminé con paso decidido por los pasillos de la cafetería. Los chicos que se habían reunido a ver la humillación que le daba a Lucy se fueron dispersando poco a poco hasta quedar completamente despejado el lugar.

Mi grupo de amigas y yo nos sentamos en nuestra mesa de costumbre para almorzar, pero antes de comenzar a comer nos dimos cuenta de que ya no estaba Lucy para ir a la tienda por nosotras. Rayos, supongo que ahora tendré que buscar un suplente para nuestra niña de los recados. Aun así, estoy satisfecha con lo que hice con ella. Lucy siempre fue una molestia desde que llegó a esta escuela con esa actitud tan tímida y asustadiza, realmente me molestaba el siquiera estar cerca de ella en clase, pero era bastante inteligente y por esa misma actitud podía tomar ventaja de ella y pagarle para obligarla que hiciera mis tareas, ya fueran académica o de otra índole. No obstante, ahora que se negó a seguir haciéndolo ya no me es de utilidad así que la deseché.

— Oye, Elizabeth— llamó Ingrid, mi mejor amiga, mientras contaba un par de billetes que sacaba de su billetera—, por esta vez Cynthia va a ir a hacer las compras ¿Quieres algo de la tienda?

— Solamente quiero un sándwich del día y un refresco natural— respondí desinteresada, saqué un par de billetes de mi cartera y los tiré a la mesa para que Cynthia los recogiera, ella otra de mis amigas pero es la que tiene menos dinero de las cinco así que al ser la de menor categoría es a la que le toca hacer los mandados cuando no tenemos un perro faldero—. Quédate si quieres con el cambio, puede que lo necesites para comprarte algo— me burlé.

Pude notar un ápice de indignación ante mis palabras en su expresión, pero únicamente se sonrió y asintió con docilidad. Eso es, así es como me gusta que responda la gente ante mis órdenes, sin titubeos ni quejas.

En cuanto ella se fue me quedé conversando con mis otras tres amigas Ingrid, Emilia y Anne sobre a dónde deberíamos ir a pasear al finalizar las clases. En ese mismo orden que las mencioné va el nivel de poder y dinero que lleva su familia, siendo yo la más alta de todas.

Se decidió que iremos de compras al centro comercial, dicho esto, quise darle un sorbo a mi bebida pero me di cuenta de que el hielo estaba casi derretido, odio cuando es así.

— Lucy, ve y pide que te cambien esta bebida por una que tenga una cantidad de hielo decente— ordené extendiendo mi mano con el vaso, pronto me di cuenta de mi error.

— Jaja— rió Emilia— no creo que Lucy vaya a venir un tiempo a la escuela después de lo que le hicimos hoy. Descuida, espera a que vuelva Cynthia y podrás pedirle que haga lo que quieres.

Esto es molesto, supongo que ahora tengo que buscar un nuevo reemplazo para Lucy, bueno, tampoco es que sea tan difícil, solo tengo que extorsionar al segundo más listo de la clase para que sea nuestro nuevo sirviente. Esas son las ventajas de ser la hija de uno de los pilares más fuertes de la economía del país, nadie puede decirte que no.

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⏰ Última actualización: Jan 21, 2021 ⏰

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