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Capítulo 025: El final

13 de Junio del 2020

_______ y Eun-Hyuk caminaban como de costumbre en las afueras del edificio para estar un rato juntos después de una semana llena de trabajos, tareas y muchas responsabilidades extra.
La relación entre ellos había estado tomando giros inesperados desde hace algunos años, más cuando Jung tomó la fuerte decisión de comenzar a congregarse en una iglesia que les exigía a las personas encontrar una pareja idónea; que esta fuese cristiana.
Y desde entonces aquel padre de _______ le pedía día con día que terminara la relación con Eun-Hyuk o que lo invitara a los servicios y se volviera cristiano, pero eso no iba con este chico y muchas veces rechazaba las invitaciones.
A ella no le resultaba triste, ya que si bien sabía cada quien tiene libre albedrío y puede hacer de su vida lo que quiera. Por eso prefirió no volver a rogarle que asistiera, solo se enfocaría en ellos dos y no en su padre.
Solo que ella no sabía que Jung había tomado cartas en el asunto con aquel chico; pidiéndole de la manera más amable que dejara a su hija y así el no prohibiría su amistad venidera... Eun-Hyuk por un momento pensó ignorar aquella orden y seguir con su relación ya que en verdad la amaba, pero su padre tenía razón.
Él no puede cumplir con los requisitos para formar una familia con ella...
-______- habló después de unos largos minutos de silencio, ella se detuvo junto con él -Tengo algo de que hablar contigo y no quiero que te molestes por lo que dire-
Ella lo miró confusa, sin embargo le dio la palabra.
-Hace unos días hable con tu padre sobre algunas cosas que yo necesitaba; ya sabes que el fue un gran empresario y aun lo es. Una cosa llevo a la otra y...-
-Te pidió que cortaras conmigo, ¿es cierto?-
Eun-Hyunk soltó un "Sí" muy débil
-Amor, ya te dije que no debes hacerlo. Solo ignóralo- ánimo ______
-Creo que el tiene razón. Escucha, yo tenía el deseo de que te casaras conmigo y seamos sinceros; no terminé una carrera y mis trabajos no sirven de mucho. Luego tengo que cuidar a Wun-Yoo-
-Eso no importa, aún estoy en la preparatoria. Supongo que eso puede esperar-
-¡No _____! Tampoco puedo ser cristiano, eso es lo que quiere tu papá-
-¿Y lo qué quiero yo no vale?-
-Solo quiero darte a entender que debemos tomarnos un descanso; aunque no queramos ninguno de los dos. Entenderé que si llega alguien más a tu vida será por mi culpa, ¿lo entiendes?-
-Eun-Hyuk, por favor escúchame-
-Te pido que solo tengas los recursos bonitos y evites recordar esta conversación tan espantosa-
_____ mi miró con cara de disgusto y eso le rompió el corazón... aún más.
-No me mires así- le dijo mientras la abrazaba -Yo me quedaré con los mejores recuerdos; recordaré las veces que llegabas a mi trabajo con comida, cuando cuidabas a Wun-Yoo por mí, las caricias, tus besos y tus apodos hacia mí. Se que tú puedes hacer lo mismo- y ella no respondió -Bueno... entonces haremos una promesa-
-Creí que no creías en ellas-
-Supongo que hoy será la primera vez que haga una promesa-
Ella se separó del abrazo y posó sus brazos en su cuello.
-Debes prometerme que no vas a reclamarle a tu padre sobre esto y que recordarás todos los momentos bonitos-
______ confiaba tanto en las problemas que le fue inevitable aceptarla.
-Muy bien, acepto. Pero, tú y yo debemos de disfrutar este último día-
-Entonces... ¿aún puedo besarte?- preguntó él tomándola de la cintura
-Claro que puedes-
Eun-Hyuk la beso primero en la mejilla disfrutando de su aroma, para después dejar un beso tierno y lento en sus labios.
Por la mente de Eun-Hyuk pensaba que pasarían unos meses para volver a ser novios y volver a besarla las veces que quisiera, pero no fue así... nunca más volvió a tener sus labios, ni sus caricias o sus lindos apodos.
Mientras que _______ se sentía triste, porque por segunda vez le habían roto el corazón y de la manera más tonta. Sin embargo, ella ya sabía que no volvería con él; siempre lo supo.
Fin del Flashback

La luz del sol había vuelto a salir indicando que el día apenas comenzaba, las esperanzas en muchos para que Hyun-Soo recuperaba la memoria eran nulas. Y la mayoría ni siquiera quería hacer sus rondas de vigilancia, después de enterarse que el señor Ahn había fallecido por la noche; las muertes comenzaban afectar cada vez más e incluso la culpa reinaba en corazones.

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