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Capítulo 004: Tacos

Los domingos por la mañana _______ y Jeong Jae-heon tienen la costumbre de asistir a la iglesia, ya que se le concederá el primer día de la semana para los cristianos. Donde debes de dedicarle ese día completamente, por lo que debían despertar muy de mañana para llegar a una buena hora y así encontrar los mejores lugares.

Jae-heon ya estaba listo, pero como una buena joven... _______ llevaba horas en el baño tratando de quedar arreglada correctamente. Llevaba múltiples vestidos que se probaba y ninguno le agradaba o la hacía sentir bonita, pero como buen religioso Jae-heon creí que lo mejor sería vestir con un vestido y no pantalones o short.

-Vámonos _______-

-¡Aún no terminó!- gritó ella desde el baño tratando de abrochar un vestido amarillo -Solo faltan los tenis-

-Te espero abajo-

Jae-heon salió de la casa con su bíblica en mano, celular y una cartera con solo dos billetes en su bolsillo derecho, emprendió su camino hasta el elevador... encontrándose con una peculiar chica, ella hablaba sola y sosteniendo su instrumento; bastó unos segundos para darse cuenta de lo que ella decía y se atrevió a hablarle-

-Descuida- le habló -Ella no está loca-

-¿Disculpa?-

-Ella no está loca. Leí tus labios-

Aquella chica se separó un poco de él ante tales comentarios.

-¿Hablas de la señora con la carreola?-

-Sí, se dice que está se volcó y la pequeña murió- le respondió -Es una buena persona, muchas veces me ayuda con el aseo de mi casa-

La chica comenzó a reír -Voy a contratarla-

-No, de hecho ella no se dedica a eso- decía mientras rascaba su nuca-Se ofreció con eso, supongo que si eres amable con ella y le ayudas, ella devolverá el favor-

-Sí- soltó incómoda

-Disculpa, se me olvidó por completo decirte mi nombre- la volteo a ver -Soy Jung- fue tanta su emoción que no dijo todo su nombre, solo se adelantó a extender su mano -Un placer -

-Ah, yo... yo no puedo darte la mano, te la apestaría-

-¿Por qué?- preguntó con el ceño frunció

-Estuve fumando un poco- se burló ella misma -Prefiero saludarte de lejos, yo soy Yoo Jin-soo-

-Nuevamente, un gusto- le mostró su biblia con una sonrisa -Voy a mi iglesia-

-¿Eres...?-

-Soy cristiano, cada domingo voy al culto-

El elevador se abrió y los dos entraron, para continuar con su platica.

-¿Tocas la guitarra?- señaló el instrumento que colgaba tras su espalda en una mochila negra especial

-Esto...- señaló aquel objeto -Esto es un bajo, pero también todo la guitarra-

-Interesante. Yo enseño lengua-

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