Capítulo 29

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A los 10 minutos Hugo ya estaba en casa de Eva tocando el timbre.
Al escuchar el timbre Eva se levanta corriendo y al ver a Hugo, tras la puerta se lanza a sus brazos.
Hugo la abraza fuerte contra él, y como no la le había dejado entrar dentro de casa, con ella abrazada, entra dentro de la casa, y cierra la puerta tras él.
- Hugo: mi amor, tranquila ya estoy aquí
- Eva: mi amor no puedo hacerlo
- Hugo: mi amor, tranquila no pasa nada, te he traído mi portátil, vamos a la habitación y te pones a hacerlo
- Eva: vale.
Van a la habitación de Eva y Hugo saca su portátil y se lo da a Eva.
Al abrir el portuario y abrir el documento Eva, vuelve a llorar.
- Hugo: ¿mi amor que te pasa?
- Eva: mi amor, pensaba que no podría hacer el trabajo y con este trabajo me juego el cuatrimestre de esta asignatura.
- Hugo: mi amor tranquila, ya tienes un ordenador, ahora mismo relájate y termínalo, mientras te miro el tuyo.
- Eva: gracias mi amor.
Hugo cogió el ordenador de Eva y sentó en su cama, para mirar que le había pasado. Tenía nociones básicas de informática.
Después de una hora Eva había acabado el trabajo y Hugo había conseguido que el ordenador de Eva volvería a funcionar, pero no daba mucha esperanza de que no se volviera a bloquear.
- Hugo: cariño pedimos algo y cenó contigo y después me voy a casa para que descanses, ya que mañana tienes clase
- Eva: vale, pero me gustaría que te quedarás conmigo esta noche ya que estas aquí. (le puso cara de pena)
- Hugo: vale, a esa carita no le puedo decir que no
Hugo saco el móvil y llamó a un restaurante chino para que les llevaran la cena para los dos.
A los 30 minutos tenían la cena en cena en casa, se pusieron a cenar. Después de cenar, recogieron todo y se sentaron en el sofá para ver la tele durante un rato ya que al día siguiente Eva tenía que madrugar.
Eva se apoyó en el pecho de Hugo y él le paso el brazo por detrás mientras le acariciaba la cara.
- Eva: mi amor, he echado mucho de menos estos momentos asi contigo, me relajan mucho.
- Hugo: yo también te he echado de menos.
Eva se empezaba a dormir.
- Hugo: cariño vamos a la cama, que te estas durmiendo, y asi descansas más.
- Eva: vale
Subieron los dos a la habitación y se tumbaron en la cama. Eva se apoyó en el pecho de Hugo y se durmió rápido, Hugo la abrazo y se quedó mirándola un poco, y a los pocos minutos también se durmió.

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