Capitulo 22

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Han pasado casi ya todas las fiestas y estamos a vísperas del día de reyes.

Hugo se decide que es el momento de declarase a Eva.

- Hugo: ¿tío te puedo pedir opinión?

- Flavio: si, dime

- Hugo: mira desde el día que vinieron los chicos y las chicas a casa que Eva se iba a quedar en mi habitación, no he dejado de hablar con ella y no puedo sacármela de la cabeza y me tiene loco, no puedo más quiero verla. Se había ido a Galicia que esta su familia y me ha dicho que vuelve mañana que es la noche de reyes pero que no sale que llega tarde y se va directamente a su casa. Y he pensado hacerle un regalo alguna tontería, y declararme a ella, pero haciéndole que venga aquí diciendo que tiene un regalo bajo mi árbol. ¿Qué te parece?

- Flavio: me parece muy buena idea. ¿Te puedo contar yo ahora una cosa?

- Hugo: claro, tú me has escuchado yo te escucho ahora a ti.

- Flavio: resulta que desde el día que conocí a las chicas y a Sam, ella fue la más lanzada y se acerco a nosotros tres y se dirigió a mí, yo creo que le gusté. No emos dejado de hablar por WhatsApp y siempre que quedábamos siempre se sentaba a mi lado o se arrimaba a mí. Había pensado hacerle algo y declararme a ella

- Hugo: Fla me parece una idea estupenda. Yo veía algo cuando estaba aquí en casa, pero no quise decirte nada porque pensaba que era una alucinación mía.

- Flavio: no lo era.

- Hugo: yo me voy a por lo que he pensado para Eva y a prepararlo todo.

- Flavio: yo también.

- Hugo: después nos vemos

Hugo salió de la casa para ir a la joyería que hacía unos días que había pasado y vio un colgante de unas olas de mar, y recordó que Eva le dijo que le encantaba ir a Galicia por el mar, después fue a un fotógrafo para imprimir la foto que se hizo con ella, y ponerle un marco.

Por otra parte, Flavio también se fue al centro comercial a comprarle un detalle a Sam, que eran unas libretas y unos bolis, para que pudiera escribir, ya que le había dicho varias veces y le habían enseñado que escribía poemas.

Cuando ambos hermanos tenían todo lo empaquetaron y lo dejaron debajo del árbol. Para al día siguiente avisar a sus respectivas dueñas de los paquete.

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