Renacimiento de mi descarada 'Princesa heredera' [II]

270. Pidiendo una explicación

Su Rong miró a Tang Xiaocai, luciendo bastante digno, "Xiaocai, cuando robaste, nadie te vio, ¿verdad?"

Tang Xiaocai guiñó un ojo, con su mano tocando sus labios, diciendo inocentemente, "No, supongo. Pero el director Shifu dijo que desde que regresamos sanos y salvos, no es gran cosa, incluso si alguien nos vio ".

Mo Fei levantó una ceja y preguntó, sorprendido: "¿El director shifu también lo sabe?"

Tang Xiaocai asintió y dijo razonablemente: "Sí, incluso me elogió".

Mo Fei preguntó con interés: "¿Oh? Te elogió. ¿Cómo te elogió? "

Tang Xiaocai se aclaró la garganta, imitando la voz del gordo director, viejo pero lleno de espíritu, "¡Xiaocai! Has hecho un buen trabajo, como yo en esos días. Bueno. Bueno."

Su Rong, "..."

Mo Fei miró a Tang Xiaocai, preguntando tentativamente: "Excepto esas piezas de metal, nada más, ¿verdad?"

Tang Xiaocai se frotó la nariz, un poco tímido, "También fui a darle unas bofetadas a Tang Qianji".

"¿Abofetear a Tang Qiangji un par de veces?" Su Rong estaba lleno de sorpresa.

La cara de Tang Xiaocai de repente se puso roja, luego se llenó de susurros culpables: "No pocos, sino decenas".

"¿Docenas?" Los ojos de Su Rong se agrandaron.

Tang Xiaocai aplanó la boca, llena de agravio, "Sí, solo unas pocas docenas, no más. Hubiera querido seguir abofeteándolo, pero tenía miedo de que viniera alguien, así que me escapé. Me abofeteó como cientos de veces. Todavía me debe mucho ".

Su Rong vio la cara pálida de Tang Xiaocai como si fuera a llorar, rápidamente lo consoló, "Bueno, hiciste lo correcto. Vayamos a vencerlo otro día ... "

Cuando Tang Xiaocai escuchó las palabras de Su Rong, sus ojos brillaron y una brillante sonrisa apareció en su rostro.

Qian Ye entrecerró los ojos, "Bueno, ya que han sucedido cosas, nunca deberíamos mencionarlo de nuevo, como si nunca hubiera sucedido".

Mo Fei sonrió débilmente y dijo: "¡Nunca pasó nada! ¿Pasó algo?

Qian Ye se encogió de hombros y dijo: "¡No, nada!"

Al día siguiente, la noticia de que la casa del tesoro de la familia Tang fue robada causó gran sensación.

En una familia tan grande como Tang, conocida por su estricta defensa, pocas personas tenían las agallas para intentar robarles cosas.

Tang Baisheng miró con enojo a las personas que estaban al frente, "¿Cómo hicieron su trabajo? ¡Los ladrones incluso entraron en nuestra casa! "

Varios guardias bajaron la cabeza, todos parecían avergonzados.

Tang Baisheng apretó los dientes, su corazón ardía de ira.

Afortunadamente, era solo uno de tamaño pequeño y, aunque esas cosas perdidas eran valiosas, ninguna era invaluable. No era que Tang Baisheng se preocupara por esas cosas perdidas, sino que, dado que los ladrones incluso entraron en su casa para robar cosas, aparentemente no pusieron a la familia Tang en sus ojos.

"¿Algún sospechoso?" Tang Baisheng preguntó con amargura.

Un guardia dijo rápidamente: "Sí".

Tang Baisheng miró al guardia y preguntó: "¿De quién sospechas?"

"Puede ser el joven maestro Tang Qiancai y el pequeño dragón dorado de la inundación". El guardia respondió apresuradamente.

Tang Baishin entrecerró los ojos, "¿Te refieres a ese pequeño dragón de inundación dorado que robó pollos de copo de nieve en Xingchen College?"