~Más Que Rivales~ (Cruz Ramirez X Jackson Storm)

×CINCUENTA Y CUATRO×: FINAL

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Tres años después…

—Jackson…— lo moví y él no se despertaba—. ¡Jackson! — seguía ignorandome —. Jackson, ¡Tengo hambre! ¡Alimentame!— él se despertó

—¿Alimentarte a tí o a mi niña?— preguntó divertido

—¡A ambas!— dije con obviedad

—¿Y qué quieres comer?— preguntó adormilado

—¡A tí!— lo miré y él abrió sus ojos

—¿En serio?— preguntó incrédulo

—¡No, mentira!— dije—. Queremos comida de verdad— él sonrió

—¿Quieren o quieres?— preguntó

—¡Queremos!— dije muy segura

—Solo voy a alimentar a mi piojita— dijo —. Tú te jodes — rodé los ojos

—¡De todos modos voy a comer igual!— sonreí y él se puso de pie para salir de la habitación e ir a buscar algo de comer.

Eran las 3 de la madrugada y aquí estoy con antojos. Yo y él, como verán, estamos esperando a nuestra primera bebé y justo en medio de una pandemia mundial.

Éste año fue muy difícil ya que estuvimos mucho tiempo en cuarentena y se podría decir que supimos aprovechar el tiempo porque aquí está la prueba con mi notoria pancita.

Tengo cuatro meses de embarazo, tuve que dejar la temporada de carreras antes de correr la final por la Copa Pistón ya que me sentía muy mal y no era seguro para nosotras correr en éste estado.

Nuestro amigo Chase, fue el campeón este año y estamos muy felices por él. No pudimos festejar como se debe, pero dentro de poco lo tendremos aquí en casa de visita junto a su pequeña familia.

Él y Rosie, fueron padres el año pasado y están muy felices con sus pequeños hombrecitos que son tan adorables.

Jackson y yo, seguimos con los mismos equipos y hace poquito volvimos a renovar contratos con ellos. Así que IGNTR soportará por dos años más a Storm y Dinoco me tendrá que soportar a mi por dos años más también.

Cuando Jackson entró a la habitación nuevamente, me trajo unas rebanadas de pizza y papas fritas que habían sobrado de la cena de hoy. Últimamente éstas dos comidas son como una adicción para mí y no puedo dejar de comerlas.

—¡Aquí tienes tu pizza y tus adoradas papitas fritas!— dijo y asentí con una sonrisa

—¡Siii! ¡Que rico!— dije y aplaudí como una niña pequeña. Él sonrió y volvió a meterse a la cama—.¡Oye! ¿Y mi Coca cola?— pregunté y él me miró

—¡Amor, son las 3 de la mañana!— dijo —. No vas a tomar Coca cola y mucho menos con todo eso que estás comiendo— hice un puchero

—Pero yo quiero — dije y él negó

—¡Además, no quedó más porque te la tomaste toda!— dijo

—¡Entonces ve a comprar!— dije

—¡No voy a salir porque a éstas horas está todo cerrado!— dije —. Si no lo sabías, hay gente que si respeta la cuarentena y cierra sus negocios para evitar contagios de éste virus de mierda— reí cuando dijo eso. Él se enojó mucho cuando tuvieron que detener la competencia por culpa del Coronavirus. Además de que cuando pasó esto, nosotros estábamos en México y entramos un mes más tarde al país.

—Bueno, entonces quiero jugo— dije —. Ve a buscarme un juguito de frutos rojos ¡Por fiss!— él soltó un suspiro

—¡A veces me arrepiento de no haberme detenido a comprar condones ese día!— murmuró y se puso de pie para salir de la habitación. Yo solté una carcajada y lo escuché bufar molesto.