1-Todo llega II

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Pasado - 3 años antes.

Paseo mis uñas por la rasgadura de mi falda mientras observo con fingido interés el acto que se lleva acabo frente a mis ojos.

Gabriel de la Torre.

Empresario en el top 5 de los multimillonarios con más influencias dentro del país. Tuvo un toque de suerte al ingresar a la bolsa de valores con una suma mediocre, suma que tiempo después se multiplicó hasta cien. Empresas en más de diez países, boutiques y súper mercados en dichos países le abrieron la puerta a la lista de los más codiciados.

Ahora, desde mis perspectiva, verlo es todo un espectáculo, sobretodo porque hoy me cargue una suerte de las mil mierdas. Y mi dicha se invierte, aquí está bien abrazado con su señor padre, mi rector.

No me molesta que haya entrado sin siquiera tocar la maldita puerta. Lo entiendo.

Son cinco años que no ve a su padre. Las revistas que suelo leer me tienen actualizada. Hubo especulaciones hace un par de semanas sobre su regreso, no pensé que fuera tan pronto.

Rico.

—Suarez, discúlpame por favor —suelta el rector en cuanto se percatan de que sigo con ellos, expectante.

Le doy una sonrisa incomoda.

—Discúlpeme usted a mi... pero como comprenderá no me puedo ir sin resolver el problema —respondo y con eso, por fin soy notada por el castaño de ojos azules que nos acompaña.

Da una sonrisa apenada y se dirige hacia mí.

—Lo siento...

Suspiro y me levanto de la silla donde estoy y estiro mi mano derecha.

—Bárbara —me presento—. Mucho gusto.

Atractivo.

Corresponde a mi saludo estrechándonos las manos.

—Gabriel.

Lo sé.

Ese Rolex en su muñeca me da una idea tan escandalosa de cuan es su fortuna y el traje que luce solo incrementa mi interés.

Galante.

Me alejo de su agarre y me enfoco en su padre.

—En verdad el tema me urge, de otro modo ya me hubiera retirado para no incordiarlo.

Se cuáles son mis opciones dentro de la ayuda que estoy pidiendo, o me reduce la pensión o tristemente tendré que apoyar en áreas dentro de la universidad.

Maldigo el hecho de que a mi padre se le haya hecho difícil juntar para esta cuota, pues que sea un alcohólico de mierda queda fuera de mi alcance.

Así que heme aquí, pidiendo «rebajita».

—Descuida —insiste—. Pero disminuir tu colegiatura no está en mis manos. Lo que podría hacer para ayudarte es incluirte en algunas prácticas de adelanto para que puedas costear lo que restas. Recuerda que ya cuentas con media beca.

Hago una mueca con mis labios sintiéndome inconforme.

Era esto lo que temía.

—Mi especialidad es de organización de eventos, no puede colocarme a sacar copias o que se yo... —increpo.

Entonces su acompañante es quien decide tomar la palabra.

—Yo puedo ayudar en ese aspecto —propone el castaño y mi atención en automático se dirige hacia él—. Estoy por pedirle la mano a mi novia —revela, ganándose así otro abrazo de su padre.

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⏰ Última actualización: Jan 02, 2021 ⏰

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