Hilo 2

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Shirabu observaba su hilo en vez de prestarle una verdadera atención a su profesor de inglés, miraba su meñique, intentando quitar el hilo, romperlo de alguna forma aunque ya se sabía que era imposible

Shirabu: si antes no estaba...¿por qué mierda ahora si?

Susurró bastante bajo, inaudible al algunos de sus compañeros hacer ruido

Shirabu: el no me necesita, Semi necesita a una chica o a un chico idiota...

Pensó tomando las tijeras, comenzando a pasarlas por el hilo, el cual seguía sin poder ser contado, el hilo solo evadía las tijeras o las traspasaba, comenzando a desesperar a Shirabu

Shirabu: ¡Ya córtate! ¡Mierda!

Golpeó su pupitre olvidando que estaba en clase, y al tener la mirada de sus compañeros y ser callado por su profesor, solo sostuvo el libro entre sus manos

Shirabu: lo siento

El profesor siguió dando la clase, Shirabu ojeaba el libro, no había estado del todo en la clase y no tenía idea de que hacer

Shirabu: maldito inglés, maldito hilo y maldita seas Semi

Pensó arrugando ligeramente las hojas del libro, para luego volver a mirar su meñique

Shirabu: necesitas a alguien diferente, no a mi

Nuevamente susurró a un tono inaudible, con una mirada algo triste

Al salir a recreo, en el pasillo se encontró con Semi, quien sostenía su dedo meñique, el que tenía el hilo enrollado en el, aunque su meñique sangraba, de inmediato Shirabu dejó a su grupo de amigos para correr a Semi y tomarle la mano entre molesto y preocupado

Shirabu: ¿qué mierda estuviste haciendo?
Semi: veras...intenté cortar el hilo y me corte con las tijeras

Shirabu miró la mano y luego a los ojos de Semi

Shirabu: ¡eres un grandísimo idiota!

Comenzó a jalarle de la muñeca hasta llevarlo a la enfermería, y aunque la enfermera iba a ayudar, Shirabu le pidió lo necesario para limpiar a Semi, además de que les dejara hablar un momento, cerrando la cortina que evitaba que se viese una pequeña camilla

Shirabu: no puedo creer que enserio te cortaras

Limpio la sangre, aunque la cortada no era realmente tan grande como la sangre aparentaba

Shirabu: no presionas el lugar cerca de la herida, presionas la herida, lo que hiciste fue hacerte sangrar más, idiota, y no camines como si nada en el pasillo, apenas te suceda dile a un profesor, idiota, y no trates de cortar el hilo ya que no se puede ¡idiota!

Semi miraba a Shirabu poner una bandita al rededor de su dedo, y dejar el papel higiénico en el basurero al lado de la camilla para luego sentarse sobre esta al lado de Semi

Semi: ya se que soy un idiota, no tienes que decírmelo tanto
Shirabu: también quise...cortar el hilo

Semi le observó, y luego le tomó la mano de la cual colgaba el hilo

Semi: por suerte no te hiciste daño, tú eres el colocador titular, no puedes ir y dañar tus dedos y-
Shirabu: Semi, ya puedes soltar mi mano
Semi: ah- claro

La soltó de inmediato de forma suave, interesado por lo poco áspero de los dedos de Shirabu

Semi: usas demasiado las vendas durante el entrenamiento
Shirabu: ya los he lesionado algunas veces

Miró a sus manos, recordando los dedos que más lesiones habían tenido

Semi: es porque te falta cuidado

Shirabu rió algo molesto y miró a Semi, quien sonreía engreído

Shirabu: ¿disculpa?
Semi: es fácil sacarte de quicio, pierdes la paciencia rápido, los bloqueadores céntrales pueden notarlo, al estar molesto tensas los dedos y así terminas lesionándolos
Shirabu: pero se trabajar mejor en equipo, y-
Semi: ¿vez? Estoy sacándote de quicio ahora

Shirabu apretó su mano para evitar golpear a Semi

Shirabu: no te golpeó porque necesito mis manos para jugar
Semi: ¿eh? ¿O es que no quieres lastimarme?

Shirabu le tomó de la camisa empujándolo, Semi se echó hacia atrás cayendo sobre la otra parte de la camilla, y Shirabu al haberle tomado la camisa, solo calló sobre el

Semi: genial, parece un manga shoujo

Rió viendo la distancia entre su rostro y el rostro de Shirabu

Semi: ¿esto es alguna forma de seducirme o...?
Shirabu: estas jugando
Semi: se supone que vamos a acabar juntos, ¿no puedo jugar?
Shirabu: yo- tu enserio-...enserio me desesperas

Suspiró soltándole la camisa, y aunque iba a levantarse, Semi le abrazo, presionándolo contra su cuerpo

Semi: quedémonos el receso aquí
Shirabu: no tengo sueño
Semi: sh sh, la enfermera va a escucharte

Semi cerró sus ojos, Shirabu dejó de estar a la defensiva, relajándose y acostándose sobre el pecho de Semi, escuchando la respiración en calma de este

Semi al ver que Shirabu se había relajado, puso una de sus manos sobre la cabeza de este

Shirabu: oye-
Semi: no estoy haciendo nada, solo estoy tocando tu cabello

Shirabu no se apartó, sintió los dedos de Semi entrelazarse en su cabello, jugando con este, cerrando sus ojos al relajarse

Semi observaba a Shirabu con algo de curiosidad, pensaba —siempre se juntan nuestras miradas cuando menos queremos que eso ocurra– mientras sentía la suavidad del cabello ajeno

Shirabu: dijiste que era incomodo

Interrumpió el silencio, su todo de voz era suave, no parecía haberse alterado

Semi: ¿eh?
Shirabu: dijiste que era incomodo estar unido conmigo
Semi: ah...eso, lo siento si fue grosero, entre en pánico, supongo
Shirabu: ...ya veo

Shirabu abrió sus ojos lentamente, dejando de reposar su cabeza sobre Semi y de paso mirar a este

Semi: comencemos a llevarnos mejor
Shirabu: ¿a donde quieres llegar con eso?
Semi: vamos a estar unidos de por vida, al menos...seamos buenos amigos, quizás así dejemos de pensar que va a ser incomodo

Semi tocó de forma suave el rostro de Shirabu, y este solo pensó seriamente en lo que acababan de sugerirle

Shirabu: bien...seamos buenos amigos
Semi: bien
Shirabu: ahora deja de tocar mi rostro
Semi: ah- si, lo siento

Apartó la mano, Shirabu volvió a acostarse sobre el, acomodándose bien y volviendo a escuchar la respiración ajena en completa calma

Teniendo a Shirabu sobre el, Semi pensó en abrazarle de nuevo, pero de una forma diferente, quizás una en la que pudiesen sentir el calor del otro, aunque justo cuando iba a hacerlo, la campana sonó anunciándoles que el receso había terminado

Shirabu: hay que volver
Semi: ah- si

Continuará...

Idiota de rojo - SemiShiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora