Savage Love 🥀 Hyunsung

⭐《Once》⭐

Hyunjin siempre fue alguien muy egoísta, incluso llegó a creer el mismo que era cruel.
Golpeaba gente en la escuela, bueno, no de ese modo, sino en el sentido de atacar con el más mínimo empujón, por lo que varías veces fue amenazado de ser expulsado.

El cabello de Hyunjin fue rubio desde sus dieciséis años y se enamoró profundamente de el, se había encontrado a si mismo con ese cabello, largo y dorado, nunca pensó que le encantaría tanto. Optó por quitárselo una vez, pero decidió quedárselo hasta el día de hoy.

Hyunjin realmente amaba solo preocuparse por el estado de su cabello y de si sus raíces no comenzaban a verse. De tanto tiempo de que se lo quedó de ese color, muchas personas llegaron a creer que su cabello realmente era de ese color, sobre todo extranjeros.

El chico siempre fue de tener muchos amigos, siendo el centro de atención la mayoria del tiempo, pero solo Minho y Wooyoung quedándose a su lado cuando las cosas no iban bien. A ellos les tenía mucho aprecio, pero pocas veces lo demostraba.

Minho es su amigo desde pequeño, sus madres eran vecinas y cuando Minho nació, su mamá le dijo que tendría de amigo al hijo de su amiga. El pequeño Min esperó hasta el día del nacimiento de Hyunjin para jugar con él, pero se decepcionó cuando le dijeron de debía esperar tambien a que creciera lo suficiente para hacerlo.

Cuando Hyunjin cumplió los tres años, Minho; de seis años, no dudó en jugar con él desde entonces.

Cuando Hyunjin terminó la escuela, pensó que conseguiría novia, pero en cambio, llegó un chico, uno muy lindo, no era su tipo ideal, pero ese marcado mentón lo volvía loco. Ahí Hyunjin supo que no solo las mujeres le gustaban, no lo exageró, después de todo Wooyoung le contó que le gustaban los hombres, así que mucho no le afectó.

No tuvo nada con ese chico, pero la cierta curiosidad lo dejó, así que un día de borrachera tuvo relaciones sexuales con un chico de delgadas facciones, ni siquiera recuerda quien era. Le gustó, eso le terminó por confirmar que era bisexual, pero él simplemente lo definía como que le gustaban las personas.

Hyunjin nunca fue alguien amoroso, mucho menos se preocupaba por el prójimo si esa persona no era Minho, su madre o Wooyoung, pero llegó Jisung.

Ese lindo chico de mejillas regordetas y un cuerpo tallados por los mismos Christophers. El enano era fascinante en cualquier aspecto, su sonrisa, sus manos, sus pies, sus piernas, su cintura, sus clavículas, su cuello, su espalda, su rostro, todo, no encontraba nada que no fuera hermoso en el chico, y eso lo abrumaba.

A Hyunjin no le gusta Jisung, no podría, a él no le gustaba, porque a él le gusta Minho.

Quería convencerse que aún le gustaba su amigo, no Jisung. Quería vivir junto a Minho, pero también quería proteger al chico, no quería saberlo solo y tenía la horrible necesidad de querer ir a verlo, hablarle y abrazarlo todo el día.

Y que le diga que todo iba a estar bien.

Hyunjin nunca fue de avergonzarse, hasta que Jisung llegó.

Hyunjin nunca fue de ponerse inseguro consigo mismo hasta que llegó Jisung.

Hyunjin nunca tuvo la necesidad de abrazar y proteger, hasta que llegó Jisung.

Hyunjin nunca fue de llorar frente a nadie, hasta que llegó Jisung.

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Rompió en llanto cuando el chico lo abrazó, lloró tanto, como nunca lo hubiera imaginado. La remera del menor estaba totalmente empadada, su cintura era apretada por los brazos del rubio, pero igual así acariciaba su espalda y susurraba palabras confortantes en su oido.

Habían cenado, luego de eso comenzaron a conversar y llegaron a esto, el abrazo.

—La...La extraño tanto...—Murmuró.

—Lo sé, Hyung...Ya volverá...Ella es fuerte, no lo dude

—¿Y si está sufriendo...?

—No puedo negarlo, realmente no lo sé...

—Quiero que vuelva...—Se escondió en su hombro y lloró en silencio.

Jisung hizo una puchero, debía dejar que su Hyung se descargará, pero había caminado toda la tarde y sus piecitos dolían.

—Vamos a la cama, Hyung...

Mala idea.

Hyunjin se separó y se dio la vuelta tomándole de la mano y llevándolo a su cuarto.

Jisung sonrió aliviado y se dejó llevar. Encontraron y el chico observó la curiosa habitación, estaba llena de fotos de cantantes y diversos artistas de epocas de los sesenta y setenta, también habían fotografías de Hyunjin y otras personas, había un espejo y varios muebles, en una esquina, pegada a la pared, estaba la cama.

Fue llevado a esta y fue recostado, Han iba a comentar la razón pero quedó estático cuando vio al mayor comenzar a quitarse la remera. Su corazón se aceleró y sus dedos comenzaron a apretar las sábanas inquieto.

¿Qué tenía planeado hacer Hyunjin?

El rubio se acercó a él cuando la remera cayó al suelo, se subió a la cama y tomó al pelinegro de las piernas y las separó, escuchando el grito en sorpresa.

—¿Qu-Qué hace?—Sonrió nervioso, Hwang se coló entre sus piernas y pegó su pelvis en los glúteos del menor, haciéndolo estremecer.—Hyung, deténgase...

Hyunjin se inclinó hacia él hasta que sus narices estuvieron a punto de tocarse, el rostro de Han tomó color de sobre manera, iba a cerrar sus ojitos pero en eso sintió al rubio alejarse para luego apoyarse en su pecho. Suspiró.

—¿Hyung...?—Acarició su cabello.

—Solo déjame dormir sobre tu pecho, Sunggie...—Se acomodó y le abrazo, Han soltó un suspiro tembloroso y asintió.

—De acuerdo

Al poco tiempo, el menor comenzó a escuchar la respiración tranquila de su amigo, sonrió. Al fin lo había bien, aunque las orejas no iban a desaparecer, pero al menos había llorado, comido y ahora estaba descansado.

Jisung estaba orgulloso de él por ayudar a su Hyung.