•♡︎𝐆𝐑𝐄𝐂𝐀𝐁𝐎♡︎• ☢︎︎𝑷𝒐𝒍𝒐𝒔 𝒐𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒐𝒔☢︎︎ [ONE-SHOT]

❌❌ᴇʟ ᴘᴜᴇɴᴛᴇ❌❌

🥀Pᴇʀsᴏɴᴀᴊᴇs🥀

𝐆𝐮𝐬𝐭𝐚𝐛𝐨, un chico maltratado por su pareja. Edad: 29

𝐆𝐫𝐞𝐜𝐨, quien volverá a hacer que 𝐆𝐮𝐬𝐭𝐚𝐛𝐨 vuelva a creer en el amor otra vez. Edad: 30

𝐌𝐚𝐭𝐢𝐚𝐬, quien maltrata a Gustabo

🌺ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ🌺

Gustabo estaba llorando en la cocina, como todas las noches.

¿Porque? Bueno es fácil de explicar, Gustabo tenía una pareja bastante... Especial.

Pero especial en el mal sentido.

Básicamente si no hacías lo que la pareja de Gustabo quería, acabarías siendo azotado con un cinturón.

Gustabo había intentado cortar con él, pero el otro le había amenazado diciéndole que si intentaba escapar acabaría bajo tierra.

A veces Matías llegaba borracho casa y golpeaba a su pareja sin ningún motivo.

Gustabo estaba harto, tenía que acabar con eso o morir en el intento.

Pero dudaba que si salía de aquello pudiera recuperarse del trauma que había creado.

Además Matías lo buscaría por todos los rincones del mundo.

Y algún día lo encontraría.

Su única salida era suicidarse.

Se emociono ante aquella idea, ya que no viviría con más miedo, sería libre.

Gustabo sabía que su pareja estaba durmiendo en el piso de arriba, cuando terminaba de pegarle se iba al piso de arriba a dormir, el muy inútil.

Pensó en lo que estaba a punto de hacer.

Entonces se levantó de su asiento y caminó a la puerta.

La abrió y miró a su alrededor, de cierta forma lo iba a hechar de menos.

Antes de que Matías se convirtiese en un drogadicto había sido un chico encantador, se preocupaba más por los demás que por él mismo, era muy creativo y se pasaba las tardes haciendo lo que se le viniera por la cabeza, y eso le hacía especial.

Pero ya no era así.

Gustabo daría lo que sea por hacer que su novio volviese a ser como antes.

Salió de allí lo más rápido posible.

Mientras corría pensó a que lugar ir y recordó que había un puente cerca de allí.

Aceleró el ritmo hacia esa dirección, y aunque pareciera una locura se sentía libre y sin preocupaciones.

El miedo que había tenido durante días, meses, años, parecía que habían pasado siglos, desapareció.

El aire le daba en la cara y hacia que sus cabellos dorados se movieran de aquí para allá.

Él sonreía de oreja a oreja inconscientemente.

Finalmente llegó allí.

Las vistas se veían increíblemente preciosas, estaría todo el día mirandolas, pero no había ido hasta allí para eso y si no se daba prisa Matías se daría cuenta de que se había escapado.

Gustabo se dio cuenta de lo afortunado que había sido en su tiempo, pero su suerte había cambiado.

Un día era feliz, con amigos que lo apoyaban, con una pareja que lo quería.