Capítulo 7: Aladdin Sane

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Who will love Aladdin Sane?
Battle cries and champagne just in time for sunrise
Who will love Aladdin Sane?

~ ☆ ~

— ¡Le dije que teníamos que venir más temprano! ¡Yoshikage es muy puntual! —

El encuentro entre Doppio y Kira había sido algo que no habían planeado, algo que se le escapó de las manos a Diavolo, quien no tenía idea de que el rubio llegaría veinte minutos antes.

Habían tenido que cambiar muy bruscamente para que no sospechara que quien iba saliendo del restaurante era el jefe, pues ahí sí hubiera sido un problema mayor.

Lo tomaré en cuenta, mi Doppio, ahora déjamelo a mí, le prometimos a Trish que llevaríamos pizza para cenar.

Doppio cedió.

Siempre era extraño aquél cambio entre tener el control del cuerpo y el no tenerlo, el solo reposar en la inconsciencia de Diavolo.

El cuerpo volvió a ganar musculatura y su mirada se volvió afilada. Dejó caer una botella de vidrio vacía que su álter ego estaba usando como "teléfono".

Caminó hacia la pizzería más cercana, comprando dos margheritas y entrando a su carro para volver a casa con su princesa.

Últimamente no habían tenido mucho tiempo para convivir con Trish, en el día, el trabajo de Doppio para investigar a Yoshikage absorbía gran parte de su tiempo, y Diavolo pasaba las noches haciendo cosas de mafioso, por lo casi solo tenía los domingos y parte del sábado para estar con su hija.

Él también necesitaba descansar.

De camino a casa se salió del carril como cinco veces por andar medio dormido, solo agradecía que no había casi nada de carros aparte de él, sino probablemente ya hubiera chocado más de una vez.

De alguna manera consiguió parquear su auto en el garaje y entrar en su casa, entrando en el baño para lavarse la cara y quitarse un poco el cansancio de encima.

Procedía a llevar las pizzas a la cocina cuando se topó con su hija.

— ¡AHHH! — Gritó Trish al verlo, pero se tranquilizó al ver el rostro amargado de su padre. — Qué susto, pensé que era un ladrón... ¿Qué haces vistiéndote así de todos modos? No pareces tú —

Se había puesto un abrigo con capucha y pantalones negros para no llamar demasiado la atención en el restaurante, aunque por supuesto llevaba su ropa de malla por dentro.

— Estaba haciendo un trabajo... traje pizza — Le dijo sonriendo, esperando que eso compensara el tiempo que no habían pasado juntos.

— Voy a poner los platos y vasos, tú traete la coca — Respondió contenta, abriendo el gabinete donde guardaban la vajilla.

Él se quitó su incómodo abrigo, por debajo llevaba una de sus características mallas.

Abrió la nevera para sacar la coca, llevándola a la mesa.

— Ahora sí pareces tú — Dijo Trish al verlo.

Cada uno se sirvió y empezaron a comer en silencio, después de todo Diavolo no era muy hablador, y su hija había salido a él.

— Hey... ayer vi a Doppio en el parque — Empezó a contar la muchacha, haciendo conversación después de tanto tiempo callados.

— ¿Ah sí? — Respondió Diavolo vagamente, comiendo su rebanada con más rapidez que antes.

— Estaba con ese hombre que atiende en La Dolceria, ya sabes, el que se parece que David Bowie —

Reprimió una risa.

Queen CrimsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora