Queen Crimson

Capítulo 1: Changes

Ch-ch-ch-ch-changes
(Turn and face the strange) Ch-ch-changes
Don't want to be a richer man Ch-ch-ch-ch-changes
(Turn and face the strange) Ch-ch-changes
Just gonna have to be a different man Time may change me
But I can't trace time

~ ☆ ~

Yoshikage Kira no se había sentido tan acorralado en toda su vida.

Era un perfeccionista nato, y a pesar de unas pocas ocasiones en las cuales se ponía algo paranoico, pensando que sería descubierto, jamás alguien había vivido lo suficiente como para contar su verdadera naturaleza como asesino.

O al menos hasta ese día.

Jotaro Kujo y Josuke Higashikata eran una piedra en su zapato, y para su colmo, ambos eran usuarios de stands sumamente poderosos.

Con su poder actual, difícilmente tendría la oportunidad de vencer a aquellos hombres que tanto se esmeraban en perseguir sus rastros, especialmente por que no venían solos.

Él no era tan orgulloso como para pensar que su Killer Queen era invencible, sabía desde hace años que había una pequeña, casi nula probabilidad de que algún día fuese descubierto, y por ende tenía un plan de escape.

Ese plan de escape se llamaba Florencia, Italia.

Tan solo debía usar los ahorros que había acumulado para aquella ocasión, y cruzar trece mil kilómetros en avión para estar finalmente a salvo, en un lugar en el que no lo encontrarían jamás.

Para él no sería un problema, adaptarse sería sencillo, pues había estudiado italiano cuando era más joven, y todo lo que le faltaba era ponerlo un poco en práctica.

Italia siempre había sido un destino al que anhelaba ir, no especialmente por sus paisajes o por sus comidas, sino por su magnífico arte; infinidad de museos repletos de preciosos cuadros y esculturas detalladas. Aunque aquella pasión por las obras de arte tuviera un trasfondo más oscuro para él, claro está.

Para asegurarse de que nadie le siguiera hasta Tokyo, donde iría al aeropuerto para finalmente tomar su vuelo, dejó que su Heart Attack se encargara de sus contrincantes, y así escapar sin sospecha alguna.

Y así, rápido y eficazmente, su plan de escape fue ejecutado.

-

Llevaba poco más de un mes en Italia cuando su necesidad de asesinar volvió a él.

En realidad, nunca se había ido, siempre estaba presente, como un alambre de púas que apretaba constantemente sus deseos, hasta finalmente dejarlo sin otra alternativa que no fuera matar.

Y su próxima víctima estaba bastante clara.

Había conseguido un empleo en una famosa repostería de Florencia, llamada La Dolceria. Era al parecer una de las favoritas de los italianos, pues gran cantidad de gente la concurría a diario.

Lo que significaba para Kira, admirar muchas manos bonitas, y considerar posibles víctimas.

Lastimosamente, algunas de sus potenciales novias, que le resultaban especialmente encantadoras, solo visitaban la panadería una o dos veces, para luego no volverlas a ver.