Fria como siempre

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luego de acomodar mi oficina y todoroki se fuera para prepararse para la cena, me dirigí a mi auto nuevamente para ir a mi hogar con ochako.

espero que acepte la idea de ir al restaurante, quizas pueda ser un paso para reparar esta situación con ella.

-Jefe- me detuve al ver a mei a un lado de mi auto y miré mi relog.

5:30

no quedaba mucho tiempo.

-lo siento hatsume-san, debo ir rapido a resolver un asunto, mejor hablemos mañana de lo que sucedió hoy-

-¿no estoy despedida?- podía ver emoción y sorpresa en su rostro.

-no...no lo estas hatsume-san-

-¡Si!- saltó de alegria, al parecer aun seguia siendo una niña- me alegra oir eso, en realidad no era sobre eso lo que quería hablarle.

-¿entonces?- por favor, apresurate.

-quería entregarle esto- ella me extendió una carta en sus manos con un sello- me dijo que se lo entregara cuando lo conociera...ayer no tuve la oportunidad.

me dijo y asentí ¿quien le dió la carta?

-bueno, ¡disculpe lo de antes y muchas gracias por no despedirme! le prometo ser 100% eficiente en mi trabajo- ella me dejó allí aun con la duda de quien le entregó la carta.

no tenía mas tiempo que perder asi que subí a mi auto y me apresuré en dirigirme a mi hogar.

en el primer semaforo había un accidente, maldita sea mi suerte.

en eso veo la carta en el asiento del copiloto y la tomo para leerla de una vez.

Hola, izuku, sé que es estupido que leas esto ahora, pero seguramente ya conociste a mi hija mei.

sere directo, estoy muerto.

-pero que/

¡CRASH!

...

la puerta de la casa era abierta por una castaña con una mirada seria y deja sus zapatos en la entrada para tender su bolso en el tendedero cerca.

suspiró y vio la sala vacía, pero podía apreciar la ropa del peliverde tendida en el sofa.

apretó su boca y escuchó el ruido dirigido del baño.

se dirigiría a la cocina, pero la gota roja en el suelo llamó su atención.

inclinandose para ver que era eso, sus dedos pasaron por encima y acercó el brillante rojo en ellos.

sus ojos se abrieron en par cuando supo que era sangre.

-izuku- corrió al baño a unas puertas y golpeo su hombro con el marco de la puerta ya que iba a una gran velocidda y no pudo detenerse.

cuando mira adelante observa con miedo como el peliverde la veia de la misma forma.

lo que aterraba y traumaba el corazón de ochako era el charco de sangre a sus pies y los vidrios clavados en el brazo del peliverde quien se los estaba quitando y suturando en ese preciso instante.

-pero que estas...- ella reaccionó rapidamente al ver al peliverde llorar y rapidamente tomó el tlf marcando a 911.

pero antes de terminar una mano la detuvo.

-no...por favor- era el peliverde en lagrimas.

-¡¿como que no?! ¡por el amor a dios, izuku estas herido!- le gritó y alejó con cuidado su mano.

Empleada DeseadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora