Pasaron unos días, me levanté bastante temprano, tenía mucho que hacer hoy, Ian dió la prueba para ingresar a nuestra orden de caballeros.
Sir Elliot me comentó que era un diamante en bruto, que tenía bastante potencial para ser un caballero me sorprendió bastante oír eso, quizás se podría convertir en mi caballero en el futuro, que bueno que se le dio la oportunidad un golpe me sacó de mis pensamientos.
-"Adelante"
Lyna abrió la puerta - " mi lady buenos días, su baño esta listo " me dijo mientras se inclinaba
-" Muchas gracias Lyna".
Mientras me sumergía en agua caliente, toda la fatiga y cansancio desapareció, realmente lo mejor es un baño.
Las doncellas me ayudaron con el corce y lo ajustaron bastante, no puedo contra esta tortura, en mi vida pasada unos jeans y una camiseta cómoda eran suficientes para mi, pero estos vestidos con encajes apretados en la cintura se sentían infernales.
-"My lady el Duque desea comer con usted"me dijo Lyna.
No es de extrañar, en la historia original el Duque adoraba a su hija a tal punto que complacía todos y cada uno de sus caprichos.
Mi padre en el otro mundo murió antes de que pudiera entrar a la universidad, fuimos los dos por mucho tiempo, éramos bastante unidos, tener a alguien que pueda llamar padre en este mundo es bastante nostálgico, además no soy su verdadera hija después de todo, me siento mal por mentirle de esta forma.
-"Esta bien Lyna dile que estaré en un momento allá".
Terminé de preparame y baje al comedor, el Duque me esperaba, aún no estaba acostumbrada a su trato... se levantó de su asiento y corrió a saludarme.
-"Mi adorada hija hace mucho que no comíamos juntos, ojala puedas perdonar a este hombre por ser un adicto al trabajo"
Sacudí la cabeza - " no te preocupes padre comprendo la situación... ya que estamos aquí deberíamos comer ahora"
Me miró asombrado - " mi niña me recuerda cuando estabas pequeña, pensé que querías alejarme"
Era como si quisiera llorar realmente adoraba a su hija, tomamos asientos y me di cuenta que había un puesto más justo al frente mío.
-" ¿Padre esperamos a alguien para comer? "
Me dolió un poco llamarlo padre sabiendo que no lo era.
-"La verdad es que...."
Antes de que el Duque pudiera continuar, se abrió la puerta una mujer bastante atractiva del cabello castaño y ojos azules apareció, vestía con tanta elegancia que no pude dejar de admirarla, era la duquesa Mía Renault, la madre de Emily, una mujer muy hermosa, era una condesa muy popular en círculos sociales, su familia tenían mucha riqueza.
Aunque la obligaron a casarse con él Duque Renault ellos se enamoraron a primera vista, eran muy felices pero cuando nació Emily, todo cambió.
Sintió que competía con su hija por el amor del Duque, la presión de no tener un heredero y dar a luz a una hija la lleno de vergüenza y aunque quiso tener más hijos no pudo volver a quedar embarazada.
Su relación se enfrió y una serie de malos entendidos los distanció aunque el Duque la amaba era un adicto al trabajo y ella se sentía realmente sola, se llenó de remordimiento en contra de su hija.
De hecho Emily se sentía bastante triste del trato que recibió de pequeña su padre trató de compensarlo mimandola demasiado y cumpliendo todos sus caprichos, creando al pequeño monstruo retorcido y cruel de la novela.
-" ¿Pará esto me invitaste? " preguntó la duquesa " tener a una niña tan insolente que ni siquiera es capaz de saludar a su madre"
Me levanté de inmediato de mi asiento mientras me inclinaba
-" Madre Buenos días pido disculpas estaba distraída"
-"Ja.... ¿Nisiquiera puedes hacer algo bien?... Sólo tienes que saludar cuando es debido, si fueras un hombre como tu primo esto no pasaría en primer lugar" vociferó la Duquesa, tomó asiento mientras el Duque hablaba.
-" Querida no tienes que regañarla de esa forma por ahora comamos hace mucho que no tenemos una comida juntos"
No puedo creer ese tipo argumento, no tiene nada que ver con lo que pasó, en ser un hombre o una mujer eso no influye de donde vengo, además creo que se le olvida que también es una mujer no puedo arruinar la comida... Apreté mi puño con fuerza mientras guardaba silencio.
Comenzaron a traer el desayuno platillos maravillosos se presentaban en la mesa, todo tipo de dulces, leche, café, frutas, postres pan y mucho más, cuando terminaron de poner todo en la mesa el Duque hizo un gesto para que se retiraran.
-" Bien quiero saber de ustedes" nos miró a ambas.
-" ¿Qué quieres saber cómo soy el hazme reír de los círculos sociales por tener una hija inútil?"
¿Cómo puede ser tan desagradable con su propia hija? esto me está superando.
-" Querida nuestra hija no es una inútil últimamente ha cambiado bastante, solucionó el problema con los caballeros, no tenía idea de tal trato de parte de Sir Johans" dijo el Duque muy asombrado.
-" Padre no hice nada tan genial solo propuse un trato el mérito debía ser de Sir Elliot ha trabajado mucho para nuestra casa y demostró con creces sus habilidades" me sonrió.
-" Estoy muy orgulloso de ti pudiste resolver el conflicto de una manera memorable" me sentí halagada por eso pero la Duquesa me miraba de manera fulminante.
-" Creo que no es nada increíble tampoco, lo que es peor es que hablara delante de tantos hombres sin pensar en su orgullo debería dejar de ser tan arrogante"
De que rayos estas hablando pensé...
-" Oh debería haberme quedado callada madre y dejar que Sir Johans utilizará nuestro nombre a su favor" dije en un tono enfadado el Duque y la duquesa me miraron asombrados esta situación me esta superando.
-"¿Cómo te atreves a responderle a tu madre? .... Esto es tu culpa por criarla de esa forma, si no fuera por su compromiso con el Príncipe heredero no tendría valor ni sentido seguir manteniéndola" dijo en un tono arrogante esto es demasiado para seguir soportando.
-" Por lo menos el si me crió, cosa que madre jamás hizo"
-"Insolente no sabes por toda la vergüenza que pasé luego de tenerte, si fueras un hombre si no fueras mujer, si tan solo.... Eres una desgracia me arrepiento de haberte tenido"
Gritó con tanta fuerza se levantó y alzó su mano abofeteandome con todas sus fuerzas, mi cara se dobló mientras el dolor punzante invadía mis mejillas.
La mire de vuelta mientras puse mis manos en mis mejillas - " No le pediré perdón por haber nacido, si es lo que quiere... en primer lugar nunca se lo pedí Duquesa... Recuerde que usted también es una mujer, y no me arrepiento de serlo pero no se preocupe no pienso molestarla ya se en lo que no quiero convertirme en el futuro"
El Duque y la Duquesa me miraron atónitos me levante de la mesa.
-" Si me disculpan se me quito el apetito, disfruten su desayuno, Padre, Duquesa me retiro"
Caminé con firmeza sin mirar hacia atrás mientras cerraba la puerta.
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El Origen de la Villana ©
RomanceSi un día abrieras los ojos y te dieras cuenta que estás dentro de la última historia que leíste, sería un sueño cumplido para muchos, conocer a los protagonistas y ver en vivo tus escenas favoritas, pero si despiertas cómo la villana de la historia...