Fairydail
Me encantaría saber qué haces leyendo esto, no creo que a alguna persona le interesase conocer mi desastrosa vida. Ups, casi olvido presentarme. Soy Mia Norman.
Soy una chica bastante honesta y fiel a sí misma. Mi historia empieza el primer día de clases tras un verano eterno en casa de mi mejor amiga Kayla, debido a que mis padres viajan mucho y este verano se marcharon a un retiro espiritual. Fue un verano muy intenso y divertido, casi todos los días salía con mis amigos y muchas cosas más ocurrieron. Según Kayla, mi mejor amiga (un bellezón que ama salir de fiesta y es todo lo opuesto a mí), el mariscal del equipo del instituto Mark Rottenham empezó a salir con Jessica.
Como iba diciendo, era el primer día de mi penúltimo año del instituto, ya casi saboreaba mi sueño de entrar a mi universidad soñada y conseguir mis objetivos. Me levanté de la cama y me puse mi canción favorita para iniciar el día de buena manera y evitar que vaya mal, que siempre me ocurre algo. Fui hacia mi clóset a ver qué ropa me ponía y agarré lo primero que vi: unos jeans claros rasgados en las rodillas, una camiseta con el logo de mi banda favorita en negro, una camisa con un patrón estampado en color verde-acuoso y mis zapatillas vans.
Enseguida bajé al salón dónde mi padre se encontraba haciendo el desayuno y mi hermano miraba enfurruñado su teléfono. Olía a panqueques, mis favoritos.
ꟷ Buenos días princesa, ¿emocionada por el primer día? Mamá ha llamado y dice que volverá el viernes a la tarde_ me preguntó mi padre mientras volteaba un panqueque _ Johan, deja de fruncirle el ceño a tu móvil y saluda a tu hermana _ dijo mi padre cambiando drásticamente su tono dirigiéndose a mi hermano sentado en la isla.
ꟷ Hola bruja, ¿no te comieron los coyotes anoche?_ me dijo con poca simpatía mi hermano sin dejar de mirar el teléfono. Decidí acercarme y darle un zape, con el resultado de que me mirase enfadado. Ay, hermanos, qué complicados que son.
ꟷ No, ¿no ves que estoy aquí pedazo de idiota?_ añadí antes de que intentase abalanzarse contra mí.
Nos detuvimos en nuestro forcejeo cuando mi padre dice que ya estaba todo preparado y nos sentamos a desayunar relativa tranquilidad.
ꟷ Cómo iba diciendo, ¿cómo os sentís respecto al primer día? Yo a vuestra edad temblaba como una hoja al saber que volvíamos a clase de la emoción de ver de nuevo a mis amigos del instituto ya que en mis tiempos-_ mi padre fue interrumpido por Johan.
ꟷ Ya sabemos la historia papá: qué si somos afortunados de poder contactar con un amigo de inmediato, que vosotros sabíais del otro pasado dos o tres semanas y muchas más. Yo estoy de maravilla papá, por fin puedo largarme de ese instituto y de ver a la mona esta en mi ambiente_ soltó tan tranquilamente mientras corta sus panqueques.
ꟷ Johan, un respeto a tu hermana. Y tú, cariño, ¿qué piensas?_ me preguntó mi padre antes de darle un sorbo a su café.
ꟷ No mucho papá, estoy emocionada porque este año Kayla se ha sacado el carnet de coche y sus padres le han regalado un jeep, así que ella me llevará al instituto a partir de hoy y se acabó de ir con el apestoso este en su moto. Además de eso, este año se ve prometedor_ concluí mientras terminaba mi último panqueque antes de recoger mi plato.
Escuché un coche tocar bocina desde el exterior. Es Kayla, de seguro que es esa pelirroja absolutamente alocada, lo contrario a mí. Mi vergüenza no haría posible que pitase como loca como ella lo hace.
Me despedí de mi padre y hermano antes de tomar mi mochila y salir por la puerta. Vi el Jeep aparcado delante de casa y Kayla sentada dentro de él, con una expresión de agotamiento pero sin perder belleza. Abrí la puerta del copiloto y me senté.
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Salto de realidades
Teen FictionMia es nuestra típica chica de novela para jóvenes. Literalmente lo es: vive en un mundo de novela romántica. Su vida sencilla dónde sus mayores problemas son decidir qué chico ha de declinar su oferta mientras devora una pizza se ve trastocada al c...