no son plata, son carmín

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El día había empezó de maravilla, nada podría salir mal... Bueno, ni tanto, el día empezó con Boruto tratando de decirle algo a su padre y este yendo tan rápido que apenas lo saludo.

No es que él no lo entienda... pero a veces le gustaría tener a su papá para el solo y pasar un día siendo el único al que preste atención, claro que esto lo disimulaba bien, también entendía que su hermana tuvo incluso menos tiempo con su padre, también era bastante común que el fingiera desinterés para que su hermanita Himawari tenga más tiempo con su padre.

Sin embargo, hoy no era un buen día, por mucho que le agrada su madre Hinata, el ahora con el desplazó de su padre solo quería una de dos cosas. Que le den una misión para despejarse... oooooh que Sasuke-sensei lo entrene, cualquier opción es válida.

Boruto en verdad no podía entenderlo, pero con Sasuke-sensei se sentía más tranquilo, e incluso le daban ganas de esforzarse al máximo, siempre que él estaba aprovechaba al máximo ese tiempo para tenerlo para el solo, el día de padres e hijos nunca admitió a nadie que el hecho de que este lo considere solamente su alumno le afecto de algún modo, pero eso tenía poco sentido.

Cuando la cabeza de Boruto dejo de divagar se encontró en el punto de reunión con sus amigos, bueno, compañeros, admitía que últimamente a Sarada ni la soportaba, no la quería cerca. Sus gritos no lo dejaban pensar, aunque entendía un poco su sentir, después de todo, su padre lo entrenaba a él y casi no estaba con ella, aunque el trato de arreglar eso, le había dicho a Sasuke-sensei que ese día lo pasara con su hija, aunque algo dentro de él se sintió ...mal, como si su padre otra vez lo dejara para hacer algo importante.

En verdad Boruto odiaba sentirse así ...pero no era momento de divagar, ya que Mitsuki había llegado.

-Hola Boruto, buenos días - es verdad era temprano, el joven de cabellos celestes y peculiares ojos dorados era su raro mejor amigo, no pregunten como terminaron así porque ni siquiera él lo sabía, solo sabe que junto a él podía ser el verdadero Boruto, sin ninguna tapadera.

-Hola Mitsuki! Ya estoy emocionado Dattebasa, espero que tengamos una misión interesante Dattebasa - su peculiar amigo solo lo miro con una sonrisa dulce.

-estas alterado - le confirmo el joven.

- ¿cómo lo sabes Dattebasa? -contesto apenado el rubio y aún más cuando la mano de Mitsuki empezó a acariciar su rubio cabello.

- tu tic esta descontrolado - contesto simplemente con su tipica sonrisa.

-Lo sé, tengo que calmarme un poco Dattebasa- dijo resignado el ojiazul tratando de calmarse un poco, lo que hizo que se ganara una suave risa de su amigo. Ambos esperaron un poco más hasta que llego Sarada junto a su sensei Konohamaru.

-Hola chicos, perdón, pero hoy no tenemos misiones -dijo decepcionando a uno de sus estudiantes ... y ahí se iba su oportunidad para poder despejarse

Hoy el día no estaba de su lado, bueno, tal vez podría entrenar ya sea con Sasuke o con Konohamaru, a este punto ya no le importaba.

-pero como mañana tendremos una misión importante los quiero listos y preparados, vayan a descansar y a prepararse, ya que la misión va a ser en la aldea de la arena, en nuestra misión tenemos que llevar un pergamino especial e importante, y que mejor que nosotros, por supuesto no es la gran cosa, pero cada misión importa, así que vayan y los espero mañana en la mañana, y sean puntuales. - luego de despedirse Konohamaru-Sensei se fue dejándome solo con Mitsuki y Sarada.

-bien, ya escucharon, hay que prepararse - la peli negra se giró y se fue, gracias al cielo porque él no iba a soportar que le digan que hacer, hoy no, y no ella.

yo soy Boruto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora