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Sentí que en ese momento en mundo se había parado, mi piernas me estaban empezando a temblar, no solo había matado a una inocente araña si no que también había roto el celular sin querer a mi vecino, que aun peor ¡No conocía! de seguro ahora me va a odiar de por vida ¡¿Como podre vivir con esta culpa?!
Espera primero tranquilízate Himiko, respira hondo, luego pide disculpas así sabrá que fue un accidente y luego discretamente fíjate bien si el celular esta roto, si eso harás.
Baje mi mirada hacia mis manos mientras toma aire a bocanadas grandes, luego lentamente subí la mirada hacia el chico que se encontraba del otro lado, su cabello negro y largo se llevo mi atención y su mirada la poca valentía que tenia, sus ojos me miran peor que hace un momento. Vamos Himiko tu puedes, tu puedes..
❛❛Oh, vamos Kaguya, tu puedes nada es imposible, si no me crees mírame❜❜
Esas palabras resonaron como eco en mi interior, si yo fui capaz de decir eso en el pasado, soy capaz de ser igual de como era antes. Cerré los ojos mientras fruncía ligeramente el ceño y soltaba un suspiro.
- Eh.. Discúlpame por favor no era mi inte.. -Un portazo hizo que me callara de la nada mientras di un pequeño salto por el susto, abrí los ojos lentamente para saber de donde había salido el ruido, al abrir los ojos por completo me di cuenta de que el portazo no salio de mi casa, si no que de la casa del vecino -
Él chico de la ventana del frente ya no estaba, y mis ganas de llorar estaba al tope, él estaba enojado ¡Obvio! que lo estaba ¡Ni siquiera lo conocía! Él tampoco me conocía, no nos conocíamos.
Acabo de arruinar una posible futura amistad..
Salí de la habitación a paso liviano, para baja con mi mamá.
Ya habían pasado dos horas desde que pisamos por primera vez nuestra nueva casa, tanto yo como mamá nos encontrábamos limpiando en la sala y cocina, pero en mi cabeza no dejaba de repetirse la escena que viví hace unas horas.
- Basta.. - Dijo mi madre de la nada haciendo que me sobresaltarme - No soy idiota Himiko ¿Que pasa? ¿Por que estas con los mocos sueltos? - Baje la cabeza mientras volvía a sonarme la nariz - Desde hace rato pareciera que quieres llorar..
No le puedo ocultar nada a mamá ella me conoce muy bien, me mordí el labio mientras me limpiaba la nariz siento que en cualquier momento puedo romper en llanto. Pero justo sonó el timbre de la puerta, haciendo que mi mamá soltara un suspiro mientras me sonreía de una manera tranquilizadora..
Ella camino hacia la puerta y al abrirla nos encontramos con la brillante sonrisa de nuestra nueva vecina.
La madre de quien se roba mis lagrimas..
- Hola, traje algunas galletas para nuestra merienda -Hablo la vecina, vi como mi madre fruncío el ceño confundida- ¿Acaso no recuerdas? Me habías invitado a merendar..
Vi como mi madre abría los ojos con sorpresa, ella se había olvidado de tan invitación soltó una risa nerviosa mientras se acomodaba el pelo.
- Discúlpame, pero mi casa todavía esta hecha un desastres -Hablo mi madre mientras hacia una mueca - Ni siquiera tengo gas.. - La vecina soltó una carcajada -
- Me lo imaginaba - Miro a mi mamá para después mirarme a mi - Por eso prepare todo en mi casa -Mi mamá se puso nerviosa de nuevo -
- No, no queremos molestar - Mi mamá trato de ser sutil -
- Oh vamos, no son molestia - Sonrío - Por favor las invito formalmente..
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