#13 Revelacion.

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Y asi sin notarlo, pasaron los 2 dias, ¿estaba nerviosa? Obviamente.

- ¿y si no me creen-ttebasa? - hablaba al aire caminando en circulos por el departamento.

- /¡quedate quieta maldita sea, me estresa tu movimiento!/ -

- "¡callate tu idiota!" - empezaron a discutir en su espacio mental, Kurama que estaba recostado abajo del arbol suspiro, esos 2 no se quedan quietos ni 5 minutos.

- 《"son imposibles estos idiotas"》- pensó cansado, le saldrían canas verdes.

- ¡ya! - dijo Boruko al salir de su espacio mental, se calmo un poco. - hay que prepararnos y esperar.

- 《hasta que dices algo con sentido》-

- ahg! - la rubia apreto los dientes, y gruño.

Definitivamente se volvería loca con esos 2 fastidiando a cada momento posible.

Dejando su futura demencia de lado, tomo un bolso y guardo algunas cosas que le servirian.

Una vez listo eso, dejo el bolso en la mesa estrepitosamente, y se dejo caer al sofa, suspiro con fuerza.

- "concentrate y ni se te ocurra dejar que todo se valla a la mierda" - se decia a si misma.

-/ decirlo y hacerlo son dos cosas diferentes/ - la insoportable voz del albino le habia exasperado.

- ¡¿sabes que?! ¡te voy a silenciar una rato, a ambos, asi dejan de hacerme sentir mal un maldito momento-ttebasa! -

Realizo unas señas y listo; no le gustaba hacerle eso a ambos, pero...enserio eran imposibles.

     •~~~~espacio mental~~~~•

- /¿me pase?/ - rompio el silencio Momoshiki.

- 《un poco》 - suspiro el zorro- 《esta bajo mucha presión emocional, hay que comprenderla un poco, aunque sea un dolor de cabeza》 

-/concuerdo contigo en que es un dolor de cabeza/ - se cruzo de brazos. 

- 《como quisiera aplastarte ahora mismo》 - fruncio el ceño Kurama

-/inténtalo si quieres, yo no soy físico a diferencia de ti/ - se burló. Y fue directo a sentarse bajo la glicina.

            •~~~~afuera~~~~•

Boruko se fijo en la hora, se estaba poniendo demaciado nerviosa. Se sento en el suelo, se acomo para meditar un rato, su padre no vendría en un rato o eso creia.
Tomo unas profundas respiraciones y cerro los ojos.

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Boruko sintió que movían su hombro, abrio lentamente los ojos, sus ojos zafiro se encontraron a los iguales de su padre.

- Papá...- su padre le sonrió.

- ya es hora, Boruko.

- ya veo...- se levantó del suelo, acomodo su ropa y busco su bolso, se lo coloco en la espalda y ambos salieron, Boruko con el henge.
Boruko vestía un conjunto negro, sus sandalias ninjas hasta debajo de sus rodillas y su capa.

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Cambiando el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora