❛❛ ¡60 días para enamorar a Taehyung! ❞ ' jjk+kth 彡

❅ díα 60 ❅

❛❛ Luz ❞

A mitad de la noche, en completa oscuridad, los profundos ojos de JungKook se encontraban mirando el techo de su habitación.

Le fascinaban las estrellas desde niño, así que pegó varias estampillas neón con Taehyung en una ocasión, porque el castaño le tenía también un poco de miedo a la negrura de la noche. Fue una buena idea que benefició a los dos.

Nunca tuvo miedo de morir, nunca hasta ese momento.

Pero, en realidad, no le aterraba el hecho de no despertar de nuevo, sabía que pasaría en algún momento eventualmente, sin embargo, le aterraba el hecho de no estar con Taehyung, de no verlo, de no escucharlo.

Tenía tantos insultos para sí mismo en ese preciso instante.

Debió pensar mejor las cosas, debió escuchar las advertencias de Jimin, pero no, se concentró en sí mismo y su egoísta deseo.

No iba a negar que notaba las reacciones de Taehyung cuando estaba junto a él, aún si las suyas eran igual de torpes y nerviosas, dignas de los jóvenes inexpertos y enamorados que eran.

Si era honesto, nunca imaginó que realmente Taehyung llegara a gustar de él, aunque no estaba seguro de que ese fuera el caso, solo se convenció de su estúpida fantasía; pero simplemente había ocurrido, los sentimientos habían surgido y estaban ahí a flor de piel.

Por su parte, JungKook también había caído aún más, si antes el castaño era el dueño de sus suspiros y de que soñara despierto, ahora era el único dueño de su corazón y su mente.

Jamás imaginó lo benéfico que eso sería, porque mientras él estaba muriendo, Taehyung era su mejor medicina y lo curaba por dentro, lo ayudaba a no debilitarse tanto, a seguir unos días más con una sonrisa.

Pero, ¿quién puede ganarle a la muerte misma?

Aunque quisieran y se esforzaran, no podían contra ella.

Después del fin de semana que pasaron juntos en la cabaña, su estado de salud empeoró. Quizás el estar lejos de la ciudad y respirar aire más limpio le había ayudado, solo un poco, pero cuando volvieron y los síntomas de siempre comenzaron a hacerse aún más intensos, Taehyung lo amenazó para que fuera al hospital para realizarse los estudios correspondientes y no pudo negarse.

“—JungKook, si no vas al hospital ahora mismo, jamás te cocinaré galletas de nuevo”.

Lo había convencido.

¿Qué más daba si Taehyung se enteraba de su estado? Nunca estaría preparado para ver sus ojos entristecerse, pero al menos no sería él quien le dijera.

Tras un rápido chequeo superficial, los doctores concluyeron que no se trataba de algo demasiado grave, pero era obvio que se encontraba mal.

Era jodidamente extraño que dijeran eso, sin duda. Aunque... Supuso que era mejor así.

Pasó horas en ese hospital haciéndose exámenes y pruebas, Taehyung se veía preocupado, pero también, de algún modo, sabría a ciencia cierta qué ocurría con Jeon y eso lo aliviaba un poco, le daba algo de consuelo.

Al principio entendió que JungKook evitara el tema, que no quisiera hablar con él sobre eso, le dolió, por su puesto, pero sabía respetar su decisión y comprenderlo. Sin embargo, ahora ya no le importaba, Jeon estaba mal, estaba jodido aunque se esforzara en negarlo y ocultarlo, no podía hacer mucho por él, lo intentó todo, e ir al hospital fue su última carta. Estaba preocupado, era todo, no quería que algo malo le pasara.

La recepcionista les dijo que los resultados estarían listos en unas dos semanas más.

JungKook quiso reír, lleno de ironía.

Para cuando den los resultados estaré a tres metros bajo tierra. Había pensado.

Taehyung reclamó por él, diciendo que era ridículo esperar tanto y jugar así con la salud de una persona, pero respondieron que, si ocurría algo grave e iban al hospital, podían atenderlo en ese mismo instante, en sala de urgencias.

El castaño estuvo sumamente indignado con tal declaración.

Ah... El mundo no estaba preparando para ver a Kim molesto.

Los guardias de seguridad arrastraron a ambos hasta la salida de ese hospital y también les prohibieron la entrada mientras ninguno presentara síntomas graves.

Taehyung seguía frustrado, pero tras unos minutos de caricias tiernas y besitos, de nuevo era el chico risueño con las mejillas coloradas mirando con dulzura al azabache.

Ahora estaba ahí, perdido en su cabeza, deseando jamás haber tenido el valor de meter esa estúpida nota en el casillero de Kim. Le había dicho que iría a pasar el rato con su familia en Busán, porque nunca, nunca tendría la valentía de mirarlo a la cara y confesarle que moriría durante esos días.

Solo podía alejar esos pensamientos para no hacer sus últimos días más dolorosos y concentrarse en la carita de Taehyung sonriendo.

Porque entre tanta oscuridad, su sola sonrisa brillaba aún más que la misma luna.

Hey, ¿cómo están?

Debería estar más activa ya que estoy de vacaciones, pero lamentablemente no es así, perdón.

En fin, lxs amo un montón, gracias por ser tan pacientes conmigo y por leer este fic ❤️