Dean

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Era un frio día de invierno, los hermanos junto con Bella se encontraban en Kentuky, en una habitación de un cutre motel a las afueras de Bardstown, pegado a la carretera principal que cruzaba el pueblo.

Estaban investigando un caso simple de un fantasma, un caso que en un principio parecía fácil y rápido.

...

Era temprano por la mañana del segundo día que llevaban en ese pueblo y Dean estaba recuperando todas las horas de sueño que podía pues el día anterior no había podido dormir ya que se pasó la noche conduciendo hasta ese pueblo y por la mañana estuvieron investigando sobre el caso.

No sabía bien que hora era cuando notó como Bella se acurrucaba entre sus brazos, la chica había pasado una mala noche, no había parado de moverse, supuso que a consecuencia del frio pues ella era demasiado friolera aun que a él el frio no le afectaba demasiado y en muchas ocasiones pasaba calor ya que Bella ponía manta tras manta en la cama.

Dean intentó volver a dormirse, no lo tenía difícil pues realmente no había acabado de despertar, pero las vueltas y vueltas que daba Bella en la cama no le dejaban dormir y acabaron por despertarle del todo.

-¿Estás bien? -dijo el chico aún con los ojos cerrados.

-Si, solo tengo frio -habló Bella, volviendo a abrazarse a él, apoyando la cabeza en su pecho por lo que Dean pasó su brazo por los hombros de la chica intentando darle algo más de calor.

-Si, hoy es un día más frio que de costumbre -dijo Dean frotándose los ojos para acostumbrarse a la luz -¿y Sam? -preguntó.

-Ha salido hace poco, supongo que a correr -explicó la chica cosa que le dio una gran idea.

-Supongo que puedo aprovechar que mi hermano no está para intentar hacerte entrar en calor -dijo Dean con una sonrisa pícara mientras se colocaba un poco más encima de Bella, comenzando a besar su cuello.

Bella automáticamente paso las manos por su cuello, atrayéndole más hacia ella para poder besarle, cosa que a Dean le encantaba y aprovechó aquello para profundizar el beso, jugando con la lengua de la chica, subiendo la temperatura de la habitación y de Bella a quien parecía no importarle ya el frio, así que Dean decidió dar un paso más. Lentamente, comenzó a acariciar la figura de la chica hasta llegar al elástico del pantalón, tirando ligeramente de él para colar su mando en él, comenzando a acariciar la intimidad de la chica por encima de su ropa interior.

No tardó mucho en escuchar los primeros gemidos de su chica, cosa que le encendió aún más.

-Creo que está funcionando ¿no? -dijo Dean con suficiencia notando como la temperatura de la chica aumentaba por momentos.

Bella simplemente asintió haciéndole saber a Dean que la ausencia de palabras significaba que estaba haciendo un buen trabajo.

La pareja continuó con sus caricias y besos aumentando el calor de sus cuerpos y el de la habitación hasta que el sonido de la llave en la puerta los hizo parar por completo, fingiendo hacerse los dormidos, ya que no querían que Sam los pillase en ese momento tan íntimo e incómodo.

Escucharon como Sam se movía por toda la habitación y Dean, que no quería parar con aquello, pensó que sería divertido poner a Bella a prueba, por lo que aprovechando que su mano aún estaba dentro de los pantalones de la chica, siguió con sus caricias, escuchando como la respiración de la chica se aceleraba intentando reprimir los gemidos mientras él fingía en todo momento dormir. Como si bajo aquellas mantas no estuviese pasando nada, aun que se le escapó una pequeña sonrisa al escuchar un pequeño gemido de Bella, imperceptible para Sam, pero él que estaba a menos de diez centímetros de la chica si pudo escuchar.

Un día cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora