En el más allá [En Curso]

Perdido en el mar

Pausa:
Erik:
-Y caí desmayado... O bueno, eso creo. Solo recuerdo eso y luego se me nubló la mente por completo.
John:
-No se que decir...
Erik:
-No te preocupes, era algo inesperado. No tienes que...
John:
-Si, si entiendo, pero... ¿Cómo fue que ocurrió todo eso? ¿Porqué el barco se hundió?
Erik:
-Yo no lo sé... Lo único que sé es que hubiese estádo mejor muerto y no sufrir todo lo que sufrí después-

Historia:
Cuando desperté, me di cuenta que la tormenta había pasado. El sol radiante me daba en la cara. Miré a mi alrededor, el agua estába tranquila y pasiva.
Mi gargante estába seca. Así que abrí una caja que estába a un lado del bote, tenía muchas provisiones como: Alimento, agua, un kid de emergencias y un par de chalecos salvavidas.
Ahí encontré una botella de agua. Me la tomé toda! Sin pensar en que talvez luego la necesitaría.

Luego de eso desidí remar hasta encontrar tierra, pero tarde como 5 minutos en darme cuenta de que eso sería imposible.
Después mi mente afrontó una diversidad de dudas de como fué que ocurrió todo eso.
En esos momentos me vino un flashback:
-¡SUBAN A LOS BOTES CAMARADAS!. ¡ESTE NO ES LUGAR PARA MORIR!. En ese momento una ola gigante los tragó. Escuchába los gritos, los silbatos, las sirenas. Y en eso. Volví...
Yo:
-Aght. ¡PÁRA!. Mente estúpida. No pienses en... Pero no pudo ocurrir eso. No... No puedo estar más cuerdo. ¡¡¡PORQUÉ SEÑOR!!!. ¡¡¡PORQUE PERMITISTE QUE PASÁRA ESTO!!! -Dije llorando- Dejame entender... Lloré por muchas horas por mi familia.

Luego mi mente se dirigió a esa imagen del frente del barco. En el logo que decía que el barco era el más seguro de todo el atlántico, al parecer solo era una propaganda vana -Me dije a mi mismo-. El "The Rogue Brothers" daba la buena vibra de un viaje seguro. Pero todo cambió en esa maldita tormenta.

Luego de un rato, comenzé a sentir el hambre. Así que habrí la caja de alimentos. Saqué una lata de atún y la abrí con un cuchillo que estába en el costado de la caja. Comí dos. Luego desidí organizar los alimentos de modo que durára lo más que pueda.

En la caja habían 28 latas de atún, 24 botellas de agua de medio litro cada una, 20 latas de frijoles y poco más.
Racioné una lata de una de ellas por día. De modo que tenga alimentos por 48 días. Y media botella por día, de modo que me dure tambíen 48 días. Con el cuchillo, la cuerda y de un remo, hice una caña de pescar bien sensilla. En caso de no encontrar tierra en 50 días.


Y así cayó la noche. Y por primera vez pude verla en su totalidad. De horizonte a horizonte, cada estrella, cada costelación, todo. Fue hermoso.

En esos momentos mi mente se dirigió a las historias que mi padre me había contado sobre el triángulo de las bermudas y de el misterio del mismo. De que al igual que muchos otros barcos y aviones habían desaparecido ahí, nosotros pudimos haber tenido la misma suerte.
Pasé horas hablando solo, mirando las estrellas y recordando mi vida pasada. Los amigos que había perdido.
Yo:
-En la última llamada con Richard le dije: Hasta muy pronto... Sin saber que talvez sería un hasta nunca compañero.
También a mi querida Katherine.
Si tan solo hubiera pasado más tiempo con ella. Con su familia. Le prometí volver -Dije entristesido, cansado ya de llorar-. Esa noche, no dormí nada bien.


Tormenta en el mar:
Al día siguiente, desperté quien sabe a que hora y tomé un poco de agua. Luego remé un poco no se ni para donde pues no sabía ni la hora ni los puntos cardinales, solo sabía la fecha.
De lejos se veía nubes negras todas amontonadas.

En ese momento decidí organizar el barco, los alimentos, la poca agua que quedaba y los remos. Me di cuenta que si no lo hacía terminaría como mi familia y la gente del barco.
Como el bote tenía una carpa para taparla, la tapé. Pero mientras la ponía me dí cuenta de que estába rasgada por la mitad y solo logré tapar la mitad del barco donde estába la caja de comida dejando descubierta la otra mitad. Luego guardé la comida y el agua muy bien en la caja y até la caña de pescar y el remo de modo que nada se me fuera a salir durante la tormenta.
Pronto se empezáron a escuchar los relámpagos, el viento fuerte y frío de la tormenta daban la sensación de que cada vez se acercaba más.
Flashback:
Papá:
-Mira esas nubes de allá, nos dicen que pronto habrá una tormenta. Entremos para dormir, ¿si?
Fueron las últimas palabras que me dijo mi padre -Me dije a mi mismo-.
Si... Si tan solamente hubiese pasado más tiempo con ellos. -Dije medio llorando-. Tenía planeado tantas cosas: Reunirme con mi familia de Liverpool, la fiesta con mis amigos, después de todo eso volver a casa y reencontrarme con Katherine, las clases, mi carrera. Tantas cosas...

Mis pensamientos y mi corazón se dirigieron a muchos recuerdos. Pero todo cambió cuando las primeras gotas de agua calleron sobre la carpa. Y como era de esperarse, la tormenta comenzó.
Los rayos parecían caer encima mío y las aguas se transformaron en olas gigantes.
El barco se movía fuertemente guiádo por una tormenta Colosal. Por esas Olas enormes el barco parecía que se elebaba hasta el cielo y luego descendía.
En unas de esas elevadas  entró tanta agua al barco que la caja de alimentos se abrió y dejó salir todo su contenido. Traté de recuperar todo lo que se había salido, pero fue inútil, todo se había ido al oceano. No quedó NADA.
Varias veces me pasó en el barco que por una ola gigante entrába el agua y por varios segundos me quedába sin aire. Tragé como 4 litros de agua. Así pasó varias veces, hasta que en esos momentos de desesperación y aflicción, me acordé del Señor. Así que como púde me puse reverente y le oré al señor:
Yo:
-¡OH DIOS! -Exclamé-, ¿Que eh hecho para merecer esto?. Te pido porfavor que me protegas y que me ayudes a sobrevivir este vendabal. Escúchame oh Dios porfavor!. Tu que escuchas desde las altúras de los cielos. Amén.

Convenientemente después de esa oración me fué más fácil sobre llevar la tormenta, y a pocas horas el agua se tranquilizó.
El aire sonaba como un silbo apasible y las aguas volvieron a hacer las de antes. 
Le agradesí a Dios por averme cuidado y respondido mi oración. Estába tan feliz que no sabía como demostrarlo.
Minutos después me recordé de la caja... No había quedado nada, ni agua ni comida, ni siquiera la caña de pescar que también se había desatado y perdido.
¿Que podría hacer yo? ¿Sin comida ni agua, ni instrumentos para conseguirlos?

Pausa:
Erik:
-¿Que podría hacer yo?, me preguntába cada momento.
John:
-Nose que decir. El barco se... hundió, perdiste a toda tu familia y sobreviviste a una tormenta en el mar. ¿Que más puede pasar?-Dijo curiosamente-
Erik:
-Oh amigo, si recién vamos comenzando.



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