Rivalidad

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— Has demostrado gran valor y tus esfuerzos por tu trabajo y la empresa han dado sus frutos. Felicidades, el reportaje es tuyo. Al ser la reportera más joven que tenemos, la publicidad va a ser positiva y va a subir como la espuma, al igual que tus reconocimientos.

— Gracias señor – agradeció _____.

— No, gracias a ti. Y ahora, prepárate, sé que siempre tienes un As bajo la manga.

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_____ salió del edificio y se subió a la camioneta que la esperaba.

— ¡_____! Sabía que lo conseguirías.

— Gracias, Gerald ¡En marcha! – se abrochó el cinturón.

— A la orden, señorita Brook.

Tras recorrer un par de manzanas, reconoció una camioneta un par de metros más adelante. Era Roxanne.

— Tenemos que llegar cuanto antes — el tono de voz cambió alertando a Gerald de que alguien no deseado se encontraba cerca.

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La aglomeración de gente crecía al pasar de los minutos mientras ella se preparaba para su transmisión.

— Feliz día de Metroman, Metro City. Hace un día maravilloso en esta ciudad maravillosa, donde nos encontramos para honrar a un hombre maravilloso: Metroman. Su corazón es un enorme mar que late dentro de un océano. Durante años nos ha vigilado con su supervisión, salvándonos con su superfuerza y queriéndonos con su supercorazón. Ahora nos toca a nosotros hacer algo por él. Les informó Roxanne Ritchi en directo desde la inauguración del museo de Metroman – hizo una señal con la mano para cortar la transmisión.

— Hace un día espléndido el día de hoy, y no es para menos. Nos encontramos, transmitiendo en directo: la gran inauguración del museo de Metroman, hoy es un día de honra y agradecimiento para nuestro conciudadano favorito: Metroman. Él, quien siempre nos ha cuidado y guiado durante tantos años. Él, cuyo corazón y fortaleza no han tenido medida desde que apareció. Por eso y por mucho más, queremos honrarle con este presente. Os ha informado _____ Brook – hizo una señal a su camarógrafo y este cortó la transmisión.

— Bien hecho – felicitó Gerald, su camarógrafo.

Ambas reporteras se miraron al terminar sus monólogos.

_____ se acercó con una sonrisa en la cara.

— Bonito día, ¿no crees?

— Maravilloso – le devolvió la sonrisa.

— Dime, ¿aún no te dejan hacer tus monólogos y lo haces por primera vez?

— Nada de eso – se defendió Roxanne.

— ¿No te cansas de todo este teatro, o te siguen pagando?

— ¿Crees que me lo invento, o solo tienes envidia?

— ¿Roxxie? – Hall intervino al ver que se podía armar una pelea – Señorita Brook.

— No te metas, Yald – lo miró molesta.

– Se llama Hal – defendió.

— Wow, mirad cuanta gente – interrumpió de nuevo intentando parar la inminente pelea – [tengo que parar esto...] – pensó.

Megamind, Por El Amor De Un VillanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora