tre

604 72 0
                                    

( 谷 )

Mi espacio ya estaba lleno, muchos hombres me hacían sentir intimidados. Los que estaban al rededor de la gran cama -que en realidad sólo un matrimonio sagrado debería conceder-, me observaban, sabía el por qué. Inspeccionaban donde podrían romper primero, que grieta hacer al inicio de mi frágil cuerpo de porcelana.

Lo sabía por todas esas miradas tan llenas de una sociedad enferma, veía como sus manos titubeaban, como si se estuvieran quemando por querer tomar mi cuerpo y aventar a cualquier parte, con total de romperme.

Virgen santa, padre nuestro e hijo de Dios, ¿por qué tiene que existir tantos corderos descarrilados hacia lo maligno, hacia el camino de aquel arcángel que ya si quiera su nombre se puede nombrar?, mucho menos en un lugar como este, siento que sin tan sólo lo nombro, ustedes mis todos poderosos, no podrían evitar que hasta el que me tome sea él mismo.

¿Debo rezar para no sentir un final tan catastrófico?

― Guarden la calma, amigos míos. Asustarán a mi pequeño, totalmente nuevo para ustedes,  fresco, limpio y aún mejor, totalmente virgen.

Virgen, virgen, virgen.

No debería salir esa palabra de esas sucias bocas, con tal referencia tan oscura para sus juegos tan terroríficos y espeluznantes.

― ¿Por qué no nos da una mirada, señora Cappolo? queremos comprobar que sea totalmente, virgen.

No debería sentir miedo a tal nombre que a mi madre maría le han dado, debería sentirme seguro, pero mi corazón late con miedo y terror en abundancia.

― Mirar pero jamás tocar lastimando a mi mercancía.

Algunos chiflaban, aturdiendo mis sentidos y nublando cada uno de ellos.

Siquiera podía sentir la suavidad de las telas que cubrían mi cuerpo.

― ¿Cuantos años tiene?

Una voz serena y de un acento tan parecido al de mi pequeño Jisung hizo levantar mi mirada, era el único asiático presente, haciéndome preguntar si quizás y de Corea pueda ser proveniente.

― Tiene unos perfectos 13 años, como su lista dijo que le gustaría ver.

Sentí mi estómago enfermo, su mirada estaba prendida en enfermedad y asquerosa excitación como todos los de este lugar, con una sonrisa de lado que sólo hizo que quiera llorar.

Estoy aterrado.

꒰ millon men ⇄  jeongchan. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora