Capítulo 3

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La clase quedó en silencio mientras observaban a su nuevo compañero. Alicia bajó la vista desinteresada mientras abría el libro que sus padres le habían regalado con intenciones de seguir leyéndolo, arqueó una ceja mientras seguía con la mirada las páginas de aquella obra que tanto le interesaba. Sin embargo, al estar inmersa en la lectura no pudo percatarse de que alguien la observaba desde el lado derecho de su pupitre.

Aquel chico de cabellos oscuros y mirada acaramelada seguía examinándola sin tan siquiera un ápice de discreción. Ella le contempló de reojo algo incomoda y chasqueó la lengua.

- ¿Te importaría dejar de mirarme? Me estas molestando- dijo Alicia algo molesta mientras se sentaba bien en su silla.

Su compañero sonrío divertido mientras bajaba la vista al libro que la chica poseía entre sus manos. Algo sorprendido deslizó rápidamente los dedos y se lo arrebató con gesto orgulloso.

- ¡Eh! ¿Quién te ha pedido permiso para coger MI libro? ¿Acaso no ves que estaba leyendo o qué?- gritó ella furiosa.

- En principio, soy tu compañero de pupitre y deberías presentarte como chica agradable y respetuosa que eres. Segundo, los compañeros están para compartir sus pertenecías, ¿no? Y lo tercero, te he robado el libro de las manos porque 1. No tienes reflejos como para haberte dado cuenta de lo que yo pretendía a pesar de lo mucho que me observabas de reojo y 2. Porque me da la gana. - 

Tras estas palabras el chico le guiñó el ojo orgulloso de su mismo y le devolvió el libro a su compañera.

- Me llamo Trebor, encantado Lady Agradable.-

- No me interesáis ni tú ni tu estúpido nombre.- respondió Alicia cada vez más ofuscada.

- Yo te informo más que nada para no quedar como un inútil, algo que tú precisamente estas demostrando ahora mismo.- bramó mientras sonreía con gesto risueño y lleno de seguridad.

La clase incluido el profesor soltaron una carcajada al contemplar como Trebor humillaba a su compañera quien avergonzada agachó la cabeza mientras dos manchas rojas le aparecían en las mejillas. 

Sonrojada se levantó y alzó la mano en dirección al pómulo de quien hace apenas unos minutos la había dejado en ridículo. Un fuerte sonido inundó la estancia y atónitos todos quedaron en silencio tras ver como Alicia le arreaba una fuerte bofetada al chico nuevo. Él se agarró la mejilla dolorido pero a la vez con sorpresa tras aquella inesperada reacción. Aun así la observó impresionado.

- Me llamo Alicia. - soltó ella asqueada.

Caminó en dirección a la puerta de la clase y la abrió para poder salir. Sin embargo, antes de desaparecer por los pasillos del instituto se giró y volvió a observar a Trebor quien seguía paralizado.

- Ah, y otra cosa, échate agua fría en la mejilla, no vaya a ser que te aparezca un moratón y quien quede como un inútil seas tú.- 

Después de esto cerró la puerta tras de sí y el chico se sentó en su sitio sin nada más que poder decir.

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