La habitación está oscura, lo único que la iluminaba eran unos pequeños rayos de luz que provenían de la única ventana que tenía la habitación cubierta por tablas y una pequeña lámpara de barra que parpadea constantemente y que hacía que el ambiente sea un poco más tétrico, llevo tanto tiempo aquí encerrado que ni siquiera se si es de día o de noche; estaba sentado en un pequeño sofá en una esquina de la habitación, volteo a ver la pared de donde provenía los rayos de luz y vi nuestros nombres escritos, una lágrima cayó por mi mejilla, pero rápidamente la limpie, no iba a volver a llorar por ella, no, no otra vez, pero lo admito, la extraño.
A veces me gustaría poder volver a sentir su delicado y hermoso rostro, poder volver a abrazarla, también hay ocasiones en las que quisiera preguntarle ¿Estás aquí? Sé que llega a sonar estúpido ya que claramente ella no esta a mi lado. Pero realmente la quiero conmigo y no es porque sea el típico tóxico ni nada de eso, pero al menos la necesito como compañera o amiga.
Sinceramente sabía que nuestra relación no iba a funcionar, sabía que todo en ese sueño era mentira, al igual que nuestras lágrimas y llanto al momento de separarnos.
Pero desearía aquí y ahora que al verme no me negará o por lo menos que me devolviera el pequeño saludo con cortesía, pero como dije anteriormente no la extraño como mi pareja, si no como mi mejor amiga, ya que esto que me esta matando lentamente y esta habitación casi en ruinas, no es el mejor ambiente de todos.
Realmente me sentía aburrido y sofocado en esa habitación y cambiaba de posición cada diez segundos, no me sentía cómodo, y mejor me fui a acostar en una especie de cama que estaba enfrente del sofá, pero seguía sintiéndome incomodo, así que solo decidí sentarme en el piso y recargarme en la pared.
No podía dejar de pensar en ella, ella es la única persona a la cual le he confesado absolutamente todo, la que conocía todos mis defectos y virtudes, mis fortalezas y debilidades. Pero creo que no fui lo suficiente para ella. Mis lágrimas caían como cascadas de mis ojos, no me importaba siquiera que el maquillaje que llevaba y había puesto con tanto empeño se borrara y corriera, lo único que quería era sacar lo que tenía dentro de mi.
—¿Por qué te fuiste?, ¿Por qué me dejaste solo?, ¿Acaso no te lo di todo?, ¿Acaso no fui lo suficiente para ti?, ¿Por que ya ni siquiera quieres ser mi amiga?, ¿Ya no te agrado?—
Dije entre interminables sollozos y jadeos—¿Por qué huiste...? Yo en verdad quería confiarte todo....
Decidí tratar de calmarme e inevitablemente recordé todos los momentos con ella en esta habitación, desde risas, lágrimas, las típicas peleas pequeñas que todos llegamos a tener en nuestra vida ya sea con un amigo o alguna pareja. Inconscientemente sonreí al recordar cuando estaba a su lado. Pero pronto las lágrimas volvieron a caer y el dolor se hacía cada vez más grande y sentía una gran frustración y grite, grite como nunca, sentía como se desgarraba mi garganta, por fin pude desahogarme, desde hace tiempo ocultaba lo que sentía, prefería quedarme callado que a tener que estar soportando las burlas de todo mundo. Me sentía tan destrozado...
[....] tal vez lo oigas mi S.O.S en la radio en alguna parte ¿Me oyes? ¿No me oyes?
Volví a mirar la pared con nuestros nombres y con frustración intente borrarlos, de nuevo, pero por mas que intente no pude
Escuche como tocaban la puerta, no quería abrir, pero quien fuera la persona que estaba del otro lado de ella era muy insistente, intente levantarme, pero no podía quedarme parado, no del todo, me sentía mareado y me tambaleaba y llegue a caerme por lo menos una vez, decidí recargarme en el pequeño lavamanos que se encontraba ahí, y me enjuague la cara y trate de quitarme el maquillaje corrido, al menos para no parecer un mapache.
—Dime que esto no es cierto...
Y ahí estaba, mi "mejor amiga", ¿Realmente estaba ahí? o ¿es mi mente que me está haciendo pasar una mala jugada y ya me estoy volviendo loco?
—Hola...—me dijo con su hermosa voz, yo estaba paralizado, volví a sentir ese maldito nudo en la garganta y sentía que mis ojos empezaban a arder, pero trate de contenerme, no lloraría enfrente a ella. No ha pasado tanto tiempo desde que pasó lo que pasó, pero extraño esas tardes de películas o series con ella, todas nuestras bromas que nos hacíamos mutuamente.
—¿Q-qué haces aquí?
—Tom me llamó, me contó que llevaban varios días aquí encerrado y que ni siquiera quieres salir a comer, dice que te ves decaído y ahora veo que no era mentira. —Dijo mirandome melancólica y puedo decir que hasta con algo de pena, como odio causarle pena a la gente.
—Pero sigo sin entender el porqué estás aquí, ¿no me odiabas?
—Yo jamas podría odiar a mi mejor amigo.— al decir eso mi corazón empezó a latir con mucha rapidez, ella aún me consideraba su mejor amigo, ella me consideraba una parte de su vida.— Y estoy aqui porque me preocupas Bill, perdona si no te hablaba, pero necesitaba asimilar muchas cosas, y tú mejor que nadie sabe lo que es necesitar estar solo, para solo concentrarte en tu mundo.—
Sabía que ella tenía razón, todo mundo necesita estar solo de vez en cuando y puedo decir que también es bueno ya que ayuda a solo pensar en ti y preocuparte solo por ti. Tu y tu (probablemente) infierno mental, caminar entre las llamas y analizar lo que está a tu alrededor y analizar lo que sientes, pero también pensar y analizar todo por mucho tiempo te hace dar cuenta de cosas que habrías deseado nunca saber.
— Se que te deje solo y perdóname, sabes que te quiero y que no me gusta verte sufrir y tampoco me gusta verte llorar...— dijo esto e inmediatamente me abrazo fuertemente, tarde un poco en reaccionar, pero le correspondí el abrazo con fuerza, pero no lo suficiente para no lastimarla.
—Eso ya no importa, eso ya es pasado, pero solo quiero pedirte un favor.
—¿Y cual es?—
—Por favor, llévame contigo...te lo ruego, sálvame, tú eres la única que puede hacerlo—
Ella abrió me miró un tanto sorprendida, pero supongo que también lo veía venir, ella sabe por todo el sufrimiento que he pasado, por todas las burlas, las críticas, las bromas...
—Por favor, me estoy quemando por dentro y no puedo seguir ... .yo...yo no puedo hacerlo sin ti.
—Ya no te volveré a dejar solo, te lo prometo. Y enfrentaremos todo esto juntos.—
—Tu y yo...—
Ya no dijimos otra palabra ya no se escuchaba ningún sonido; ella solo se aferró más a mi. Y nuestros sollozos ya no eran audibles.
Y aquí estábamos por primera vez solos en nuestro escondite después de meses de que ella me estuviera evitando, abrazándonos y llorando, siempre que alguno de los dos se sentía mal nos abrazamos para no sentirnos solos. Hemos estado siempre el uno para el otro, ayudándonos mutuamente sin esperar nada a cambio, en las buenas y en las malas.
Realmente ella es la única que puede venir y salvarme....
Hola, bueno está es la primera vez que escribo este tipo de historias y no soy muy buena haciéndolas, pero supongo que lo hago por diversión. Digan si les gusto o no, para ver si sigo escribiéndolas o las dejo así .
