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«¿Mi corazón dejó de latir por ti?»

¿Deje de amarte?

Stuart llevaba preguntándose lo mismo desde hace un mes. No entendía porque su corazón se sentía tan solitario al lado de Murdoc, y tan lleno de energía cuando se iba.

Como si no lo soportara.

Las tardes dejaron de ser especiales y empezó a sentirse extraño a su lado. Las cosas no eran cotidianas, siempre había algo con que salir de la rutina, especialmente al lado de Murdoc.


Murdoc.


Una década de novios, de amantes, de cómplices, en pocas palabras de todo. Doce años desde que se vieron la primera vez, ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Fue normal que se le escapara tan rápido?

Pues si, ya no vivían en un departamento en el ghetto de la ciudad, eran importantes y ahora tenían casa propia, con un piano, cuadros y lo necesario. Comida en la mesa a cambio de trabajar un poco, de ir por el mundo dando conciertos y cumpliendo su propósito.

La vida que soñó.

«¿Por qué me siento así?»

Murdoc había sido lo mejor de su vida, su amor. y su consuelo. La sombra en días calurosos, la vela que alumbraba su camino.

Era su todo.

Pero al parecer no le bastaba.

Pot estaba en plena carretera, se había metido en una pequeña callejuela de tierra aledaña al pavimento. La había descubierto la primera vez que sintió su corazón dejar de emocionarse por lo que antes le daba un vuelco, frustrado y enojado por no saber qué le sucedía.

Así era como pasaba las tardes en su pequeño automóvil; estacionado, esperando a que se hiciera tarde. Como desde hace un mes. Trabajaba relativamente poco, las giras y los conciertos con los chicos se habían pausado. El estudio se había quedado a sus órdenes al igual que todo a su alrededor.

Se había convertido en el director de una muy desorganizada orquesta que solo Damon sabía controlar.

¡Oh Damon! su socio desde hace diez años se lo había dejado a él y a Murdoc para que experimentaran sin presiones y crearan los bosquejos del siguiente álbum.

Pasaron dos meses desde que se fue y ni siquiera había hecho la gran cosa.

Fue cuando empezó a sentirse extraño.

Si, como un extraño.

Y para dejar de pasar por esas incomodidades decidió ir a la carretera en su escondite rodeado de pequeños cerros y vista al horizonte. Le carcomía el alma regresar a casa y hablar con Niccals de lo que fuera.

Era como si desde hace un mes su Murdoc se hubiera ido y otro que no conocía estuviera en su reemplazo.

¡Eso hubiera sido mucho mejor! Tal vez así su sentir estaría bien fundamentado y dejaría de romperse la cabeza buscando explicaciones. Las cuales nunca llegaba a encontrar porque buscaba en el lugar equivocado.


«Tal vez sólo debemos darnos un tiempo, digo creo que eso hacen las parejas ¿no?»

Sabía que si llegaba y le decía eso su vida comenzaría a romperse, ¿Pero que no estaba rota ya? ¿Que podría empeorarlo?

«Tal vez solo debería hablar con él»

Su celular sonaba, volvía a ser algo cotidiano no contestar a la primera cuando su pareja llamará para poder pensar en qué le diría y tratar de recordar cómo hubiera reaccionado a su voz tan solo meses atrás, sacándose de la manga el pretexto de que estaba ocupado.

Heartbeat [Studoc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora