Capítulo 10.

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Off.





Otro día transcurría mientras trabajaba en la biblioteca, las personas pasaban frente a mí sonrientes, distraídas, ocupadas o concentradas, se sentía como estar en una feria al poder encontrar tanta gente en un solo lugar.

Krist se encontraba acomodando unos documentos junto a mí, por lo que era algo incómodo atender a los clientes con tranquilidad. Normalmente trataba de entablar una charla para que su visita a la biblioteca fuese más amena, pero tener a mi jefe a tan solo un metro de distancia y fisgoneando lo que hago, no era nada divertido.

De alguna manera sabía que me vigilaba, ¿la razón? No tengo la menor idea.

—Trabajas duro Jumpol, eso me agrada. —habló mientras tecleaba el código de un libro que acababan de devolver.

—Gracias Krist, hago lo mejor que puedo. —dije sin mirarlo.

Al no escuchar una respuesta, dirigí mi mirada a Perawat, el cual que se encontraba recargado en la parte de atrás de mi cubículo especial de bibliotecario observándome de una manera extraña.

—¿Ocurre algo? —pregunté.

Sus ojos me examinaron por lo menos 5 segundos más antes de sonreír y acercarse a palmear mi hombro.

—No ocurre nada, solo me alegra ver que disfrutas del empleo. Quería asegurarme de algunas cosas, es por eso por lo que estoy aquí ahora. —sonrió.

—¿Inspección sorpresa?

—Podrías decir que sí.

—Sé que eres el jefe aquí Krist, pero das un poco de miedo al estar ahí parado inspeccionando lo que hago. —me crucé de brazos. —Los clientes huirán contigo aquí.

—Oh, no lo creo Jumpol, además lo estoy disfrutando. Es muy divertido ver lo tenso que te pone que te observen de cerca.

—Creo que cualquiera se sentiría así...—susurré.

Justo cuando creí que su sonrisa no podía hacerse más grande, esta aumentó.

—Deja de molestarlo Perawat.

Ambos volteamos a ver a Singto que se encontraba caminando hacia nosotros con una bolsa entre sus manos.

—Sigue siendo un novato aquí Singto, debe saber lo que me gusta en todo momento.

—Tranquilo Jumpol, es así con todos. Recuerdo que era como ver un fantasma en la cafetería cuando contratamos a Jan, fueron días extraños. —rió levemente.

—Todo jefe debe medir el desempeño de sus empleados ¿no es así? Solo hago eso. —Krist alzó los hombros con inocencia.

—Deberías denunciarlo. —dijo Singto riendo.

—Lo haría, pero me gusta mi trabajo, quiero mantenerlo. —reí.

Singto acercó la bolsa a mi dirección.

—Te he traído un refrigerio, alguien lo ha mandado para ti Off. —me guiñó un ojo.

Krist me miró rápidamente y yo lo miré confundido.

¿Alguien mandándome algo?

—Sé lo que estás pensando Perawat y mi respuesta es no, no he coqueteado con una sola alma desde que entré a trabajar aquí. Por lo que me encuentro aún más confundido de lo que estás tú por esto.

Krist rió mientras salía de mi cubículo y se acercaba a Singto.

—Te creo Jumpol, pero seguiré observándote. Aunque...—se aclaró la garganta. —Debo admitir que hemos recibido a más personas desde que llegaste. Esa cara bonita tuya funciona con ellas.

Anónimo | offgunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora