𝐄𝐍𝐄𝐌𝐈𝐄𝐒, Carlos De Vil.

𝘊𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 𝟥

𝗧𝗿𝗲𝘀 [𝗯𝗲𝗴𝗴𝗶𝗻 𝗼𝗻 𝘆𝗼𝘂𝗿 𝗸𝗻𝗲𝗲𝘀]

Cuando vio como la limusina de los chicos se había ido completamente, Brooke cruzó sus brazos y empezó a andar por las solitarias y frías calles de la Isla de los Perdidos.

— He had it all, the day he told me, told me he want me... I had it all. But let he fooled me, fooled me completely — empezó a cantar con una mueca de enfado — Yeah, I was so stupid to give him all my attention —

Encontró uno de los posters del día VK's con la cara de Carlos, por lo que lo arrancó de la pared y se le quedo mirando

— 'Cause that way you played me, exposed your true intention... And one day I'll have you beggin' on your knees for me. Yeah, one day I'll have you crawlin' like a centipede — le cantó al papel mientras que la gente miraba disimuladamente la escena con una sonrisa — You mess with me. And mess with her. So I'll make sure you get what you deserve. Yeah, one day you'll be beggin' on you knees for me —

Rompió el folleto con una sonrisa burlona, estaba empezando a olvidarle.

— So watch your back 'cause you don't know what or where I could get you. I've set the trap and when I'm done then you'll know what I've been through — cogió otro de sus papeles esta vez del suelo, empezando a andar por las calles de la Isla, seguida de toda la gente que la quería seguir escuchándola — So, oh Mr. Player, do you feel like the man now? And I bet you're nervous 'cause this song makes you freak out... And one day I'll have you beggin' on your knees for me. Yeah, one day I'll have you crawling like a centipede. You mess with me and mess with her, so I'll make sure you get what you deserve. Yeah one day you'll begging on you knees for me... —

La gente empezó a bailar junto a ella mientras reían, se lo estaban pasando bastante bien

— I know I'm being bitter, but I'm gonna drive you under. Cause you know you just don't, don't deserve happy ever after. But what you did to me, after you told me you never felt that way... It was only just a game... And one day! — Brooke paró de bailar, mirando con una sonrisa a la gente que bailaba alrededor de ella — And one day. I'll have you beggin on your knees for me. Yeah, one day. I'll have you crawling like a centipede — la gente coreaba — You mess with me, and mess with her. So I'll make sure you get what you deserve. Yeah one day you'll be begging on your knees for me... —

Toda la gente a su alrededor empezó a celebrar, incluida ella misma. Pero todo tipo de felicidad se esfumó al ver como todas las personas empezaban a correr con miedo, por lo que Brooke giró su cabeza, y se encontró con quien menos quería, con su padre Hans...

— Padre — susurró intentando ocultar su miedo, lo que quería él ver de ella era esa reacción, y no se permitiría que lo hiciese —

Toda la gente que seguía allí (aunque escondida en cualquier sitio) le miraba con miedo.

Sin más, Hans estrelló su puño en la cara de la menor causando que tuviese que voltear su cabeza retrocediendo unos pasos, llevando sus manos al lugar donde había impactado. Ella pudo saborear el sabor metálico de su propia sangre, el cuál cada vez aumentaba aún más. Las personas que quedaban allí, corrieron despavoridas sin mirar atrás.

— Muévete —

Cuando llegaron a su "casa", Brooke corrió rápidamente al baño, encerrándose en este. Su padre rodó los ojos.

Ella se miró por primera vez en mucho tiempo al espejo (o lo que quedaba de él), divisó como el puñetazo le había roto el labio. Brooke odiaba mirarse en el espejo, decía que le recordaba a su madre, y no quería nada que ver con ella. Pero era verdad, Brooke y ella se parecían demasiado, sin duda, había sacado más rasgos de su madre que de su padre. Pero lo que más odiaba ver eran sus ojos. Esos si que eran idénticos a los de Anna. Además de que en ellos se podía reflejar fácilmente todo su dolor.

— ¡Abre la puerta pequeña niñata! — su padre aporreó la puerta fuertemente, Brooke miró hacia todos los lados —

"Puede que haya una salida..." pensó mirando el lugar por donde entraba toda la luz, y rápidamente se acercó a la ventana del baño. Haciendo fuerza, la consiguió abrir (ya que estaba rota de alguna forma). Se sentó en el marco de esta y miró hacia abajo. Era una caída de un piso, ya que se encontraba en el segundo. Suspiró y se preparó mentalmente.

Pero de un momento a otro, la puerta fue tirada abajo, por lo que instintivamente, se tiró. Segundos después llegó al suelo, haciendo muecas de dolor al sentir el frío y húmedo suelo. Pero a los segundos esas muecas se volvieron en euforia, por lo que se levantó del suelo y dio un grito emocionada, ganándose la mirada de rareza de las personas.

— ¡Brooke! — gritó enfurecido Hans asomándose por la puerta —

Ella hizo algo que nunca pensó hacer, le sacó sus dos dedos de en medio sonriendo. Esta vez había ganado ella. Y su padre sabiéndolo, estampo sus manos con el marco de la ventana.

Brooke corrió sintiendo su pelo al aire, sin mirar atrás, nunca se había sentido mejor en la vida. Se había liberado de su padre, y acababa de decidir que no volvería a pisar esa casa nunca más, merecía ser feliz por una vez en sus dieciocho cortos años de vida, y lo iba a empezar a ser a partir de ahora...