-Po po por favor no me hagas nada- digo temblando.
-No te preocupes cálmate, qué haces por aquí?- me dice de lo más dulce intentando calmarme y mantenerme en pie.
-Me perdí- digo con la voz que me queda del susto.
-Ven sentémonos allá- me dice señalando una banca. – un momento te he visto- me dice extrañado.
-No creo, nunca había estado por aquí- digo sin subir la cara.
-Si te he visto esa energía que propagas nunca la olvidaría- sin poderlo evitar me sonrojo y al darme cuenta agacho mucho más la cabeza- quizás por Brishton- me dice levantándome la cara.
-Si por allá vi...- digo sin terminar al momento de verlo a la cara y darme cuenta que es el chico del día de las compras. –Vivo allá y si, nos vimos hace días, venía del centro comercial con mi madre y nos brindaste la ayuda- digo apenada. - Cierto perdón por lo de ese día es que a mi madre no se le da mucho el trato con las personas.- digo intentando relajarme un poco.
-Pues claro, sabía que te había visto y no te preocupes ya estoy adaptado, ven te llevo a casa debemos de alejarnos de ese hombre antes de que despierte y nos vea.- dice ayudándome a parar.- Pero primero vamos a parar en aquella esquina queda de camino por suerte- dice y empezamos a caminar en dirección que él marca, no sé porque pero confío en él. Paramos en un edificio maltratado toca le pide algo a un chico de su edad y saca una bici del callejón.
-Bueno princess, me imagino que estás cansada y en verdad se está haciendo tarde así que nos iremos en esta reliquia, si? – me dice acercándose con la bici.
-Si- digo avergonzada – Cuál es tu nombre? –le digo intentando averiguar quién es.
- Mi nombre en Nick, ven sube aquí- me dice señalando un pequeño asiento en la parte de atrás de la bici.- te prometo que no te caerás confía en mi- me dice y no sé porque en verdad lo hago.
-Ok, lindo nombre Nick- le digo me monto y arranca.
-Gracias princess- me dice y no hablo más.
Minutos después, ya me parecen calles conocidas y recuerdo por qué salí corriendo de mi casa.
-James Nicolás Hamish- escucho decir al momento que nos vamos deteniendo.
-Hi Mom- dice como niño chiquito. Wow, ese es su nombre completo que lindo y en verdad le queda.
-Debes de entrar está...- empieza a decir y calla al momento de verme en el carrito trasero de la bici.- Qué pasó?- dice de lo más preocupada acercándose rápidamente.
-Mamá no te enojes por fa- dice desmontándose de la bici y abrazando a su madre- Dime qué pasó?-dice desconcertada pero no le rechaza el abrazo.
-Un señor estaba atrás de ella, solo la ayude y la quiero llevar a su casa no vive lejos- dice acercándose a la bici y acercando a su mamá consigo. Me da la mano para yo pararme.
-Ay mi niño siempre de salvavidas- dice peinando a su hijo un poco.- Hola nena, cómo estás? –dice agarrándome de las manos.
-Bien, mil disculpas por la molestia- digo apenadísima por buscarle problemas a Nick con su mamá.
-No nena, no te preocupes, vengan yo los llevaré, cuando saque la jeep entras la bici ok? – dice de lo más dulce y normal.
Yo la acompaño a la jeep, Nick nos abre la puerta a ambas y ella sale del garaje, Nick entra la bici y se monta a mi lado en la parte de atrás de la jeep, estoy muy cansada.
Nick*
Literalmente salimos de casa y la niña se quedó dormida para que estuviera cómoda puse su cabeza en mis piernas.
-Ay mi niño, sabes que le has salvado la vida a esa niña?- me dice mi madre en voz baja.
-No es para tanto, ma- digo pensativo – sé que quizás pudo haber pasado algo horrible pero no es para tanto no pasó nada.- le digo de lo más convencido.
-Dios mio James, amo lo sencillo y humilde que eres, pero por favor ya debes de dejar de irte para esos barrios- dice mi madre autoritaria.
-Ma, sabes por qué lo hago, no intentemos tener la misma conversación de la otra vez por favor- le digo intentando que no se moleste.- Mamá es esa casa.- Señalando la casa que queda unos pocos metros a nuestra derecha.
Al momento en que nos acercamos a su casa le indico a mi madre y ella se estaciona casas antes, se saca el cinturón yo me salgo de la jeep a abrirle la puerta y ella solo me ve y se ríe.
-Mamá todavía está durmiendo- hago una pausa para continuar- no la despiertes por favor no sé porque se fue de su casa pero mejor que lo enfrente mañana-le digo.
-Ok corazón- le abro la puerta de atrás mi mamá la carga y caminamos a la puerta de la casa, toco el timbre pidiéndole a Dios que no me abra su madre, no me gustaría que mi madre presenciara una escena con esa señora, segundos después abren la puerta y es un señor que pienso que es el papá de la niña.
-Oh por Dios, Beky- dice sin pensar y se acerca repentinamente a mi madre y ella le entrega a la niña dormida – por favor pase.- dice de lo más amable.
-No gracias, solo vinimos a traer la niña mi hijo la encontró y solo vinimos a traerla– dice mi madre intentando reducir la conversación para que nos podamos ir a casa y yo estoy de acuerdo.
El señor con la niña recostada en su pecho- bueno pues no tengo como agradecerle, de verdad mil gracias señora- dice ofreciéndole la mano a mi mamá.
-No a mí no tiene que dármelas, es a James que la encontró y la trajo a casa- dice dirigiéndole la mano al señor hacia mí.
-Fue un placer para mí, no hay que agradecer- digo respondiéndole el saludo. Al momento que nos dejamos las manos el señor saca su billetera e intente dame dinero. – No muchas gracias, para pagarme por así decirlo, cuídela muchísimo porque es una niña muy especial y no merece derramar una lágrima de tristeza- digo y agarro de la mano a mi madre, la cual al instante me da un apretón de orgullo – Buenas noches pase buenas, fue un gusto como mencioné anteriormente- digo girando y agarrando a mi madre para que venga conmigo.
-Muchas gracias pero esperen puedo enviarlos a su casa -dice el señor en un todo que podamos escucharle y al estar todo solitario se escucha alto.
Antes de que mi madre hable- No gracias, pase buenas- digo y nos vamos del lugar dirigiéndonos a la jeep.
Nos montamos en el jeep y arrancamos con dirección a la casa que solo está a 3 calles largas pero son 3 calles al final.
Ya al llegar a casa, mamá se parqueo y cada quien se dirigió a sus respectivas habitaciones.
-James- escucho decir desde fuera de mi habitación.
-Si mamá, discúlpame por las incomodidades de hoy- digo al instante que mi madre entra en la habitación y se sienta junto a mí en mi cama. –Necesitaba ayud...- soy interrumpido por mi madre sin poder finalizar mi frase.
-Mi amor te entiendo, no te preocupes- me abraza- le doy muchas gracias a Dios por permitirme un niño tan valioso como tú- me dice sin soltarme, es uno de esos abrazos que te llevan a las nubes.
Luego de un rato así me está empezando a dar sueño, levanto la cabeza para ver a mi madre y esta con la cabeza gacha con los ojos cerrados, me intento desatar de su abrazo sin despertarla y no lo logro.
-Mmm- se queja, soltándome y intentando abrir los ojos.
-Ma, debes de irte a tu cama debes descansar- digo parándome y buscándole las pantuflas. Le agarro las manos y la ayudo a levantarse, se pone las pantuflas y la guio a su habitación, la recuesto, le paso la sabana por encima y me acerco para despedirme.
-Dios te bendiga, mi caballero andante- me da un beso en la frente y me retiro a mi habitación.
Luego de dar vueltas y vueltas en la cama, caigo en un profundo sueño.
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Siempre Fuiste Tú
Novela JuvenilTodos en la vida tenemos a alguien que nos mantiene con los pies en la tierra, en mi vida "Siempre fuiste tú".