Doll [Adaptación] [KanatoxOc]

Fin

[Nota informativa]

Se encuentra el cadáver del hombre conocido cómo "Carla Tsukinami", parece que el loco asesino cobró una vida más.

A su lado se encontraba una muñeca de porcelana, el joven Carla tenía relaciones con la magia negra, podría considerarse que él mismo sacó su corazón como una ofrenda a satán, de no ser porque también sus ojos habían sido extraídos y sustituidos por unos color purpura.

Se comienza a sospechar de "el fabricante de muñecas"

Haru apagó el radio con una sonrisita plasmada en el rostro, tenía en su mano uno de los ojos de su ahora novio, podría ser algo siniestro, pero había querido conservarlo.

Kanato perdió ese ojo en la lucha contra Carla.

Soltó un suspiro pesado, se sentía mal por ello. le había tomado un gran cariño y admiración a Kanato, y por su culpa había perdido un ojo y ahora estaban escapando de Japón, iban a Inglaterra, ahí comenzarían una nueva vida.

Caminó unos minutos más por todo exterior del barco y regresó al cuarto que compartía con Kanato.

Se preguntaba cómo podía dormir tan tranquilo con ese ojo de juguete, cuando perdió el suyo, lo sustituyó por uno en un tono rosa.

Haru se acostó a su lado comenzando a repartir besitos por todo su rostro bajando hasta su cuello, necesitaba algo de atención.

—Cariño...  ¿pasa algo? —preguntó Kanato con voz adormilada.

—Nada, sólo que me siento solito, has dormido todo el día. —formó un puchero.

—Aún me duele todo. —respondió mientras se sentaba en la cama y pasaba cuidadosamente su mano por su rostro.

—Lo siento... si no me hubieses conocido, tu vida sería como siempre, no tendrías que estar huyendo. —comentó Haru saliendo de la habitación.

Kanato se quedó mirando la puerta confundido, Haru regresó después de unos minutos con una bolsa de hielo en manos y aún en silencio fue al baño por el botiquín.

—Tengo que curar tus heridas —habló después de comenzar a hacer lo mencionado.

~~~

Kanato trabajaba cuidadosamente en cada una de sus muñecas, tenía demasiado trabajo pues estando en época navideña, los padres era cuando mas compraban para sus queridas hijas, en especial porque ellos mismos la describían haciéndola lucir muchas veces cómo sus queridas princesas.

También era la época favorita de Haru desde que llegaron a Inglaterra y comenzaron a vivir una vida "normal", ahora su pequeño estudiaba una profesión: Medico cirujano, para ser exactos. Kanato tenía que esforzarse más, nunca imaginó que fuese caro, pero ver a su querido novio tan feliz, mientras platicaba lo que había aprendido o pasado en su día a día.

Kanato sonrió al escuchar la puerta principal de su casa abrirse y ver a su menor de pie ahí, estaba empapado.

—Cariño, te tengo un regalo. —sonrió Haru dirigiéndose a él, Kanato frunció las cejas al ver una caja en las manos del menor, también estaba goteando, pero era un líquido rojo. 

—¿ Y qué es? —preguntó curioso tomando la cajita.

—Tú lo querías... bueno, en sí tú querías el mío, así que es lo mismo pero diferente. —ambos soltaron una risita.

Kanato miró la caja sorprendido al abrir la caja y ver su contenido.

—¿Te gustó —preguntó suavemente.

—Haru... tú... —tomó su mano el pequeño órgano palpitante (aunque muy suavemente).

—Lo robé para ti —besó su mejilla—, ahora puedes usarlo en cualquiera de tus creaciones. —Kanato aún algo confundido sonrió, su niño no le había sacado el corazón a alguien porque fuera alguien malo, simplemente porque él (Kanato) lo quería y a Haru siempre le gustaba complacerlo.

~Fin~ 

¡Mi primera adaptación cumplida!
La verdad, me sentí tan afortunada de que me dejaran adaptar esta historia uwu.

Recuerden que la historia original NO es mía, sólo me permitieron adaptarla.

¡Gracias por leer!