Muérdago

48 5 4
                                    

Volkov miraba triste a través de la ventana, el clima era realmente deprimente. Le gustaban los días de tormenta pero hoy se sentía realmente solo, era 24 de diciembre y se había cancelado el evento navideño de la comisaría por el mal tiempo. Nunca le había importado pasar esas fechas solo en su casa, todo lo contario, el pondría su anime favorito, prepararía ramen y se pondría su pijama en conjunto con su banda de Naruto. Pero desde hace 2 años estas fechas habían cobrado otro sentido, todo gracias al chico de cresta que meses atrás se le había declarado. Volkov era demasiado orgulloso para admitir que se había equivocado al haberle rechazado y eso lo había confirmado en cuanto cancelaron el festejo. Lo primero que vino a su mente fue que no podría escuchar a Horacio cantar todas las canciones navideñas que pusieran en el lugar, tampoco le vería bailar mientras reparte los típicos regalos caseros que hacía a sus compañeros y peor aún se perdería de su sonrisa tímida al recibir los buenos deseos del ruso.

—Jodida mierda— susurro mientras golpeaba levemente la ventana.

De pronto una idea fugaz llegó a su mente. ¿Y si le llama él? Podría decirle sus buenos deseos por llamada y sería la escusa perfecta para escuchar su voz.

—Pero creo que le dejé en visto mucha veces— Volkov sacó su celular y efectivamente tenía 238 mensajes del crestas. Apretó un poco los dientes por su estúpida actitud y comenzó a leer cada mensaje.

"Hola Volkov hoy vi una serie que hablaba de un ruso y me acordé de usted"

"¿Alguna vez probó la comida frente a comisaría? Una completa mierda"

"Buenas noches comisario bombón, me hice el propósito de mandarle los buenos días y las buenas noches" Volkov sin poder evitarlo sonrió levemente.

"Buenos días Volkov, vi en las noticias que podría llover. No olvide su sombrilla o tendremos que compartir la mía :p" Eso no sonaba tan mal.

"Conway me avisó que se había retirado temprano. Espero que todo esté bien" No pudo evitar recordar ese día, él quería comprar una edición de manga que había apartado tiempo atrás.

"Buenas noches comisario espero verle mañana"

"Buenos días comisario, hoy conway nos dio una misión importante a Gustabo y a mi" ¿Misión secreta? No recordaba nada de eso

"Gustabo me dijo que no debía usarlo de diario pero ahora vamos en auto y estoy realmente aburrido. Ciertoooo hoy comencé un anime" Nuevamente no pudo evitar sonreír, él tiempo atrás le había recomendado ver algún anime para matar el tiempo.

"Volkov chocamos el auto y estamos en al norte, ¿Podría venir por nosotros?" Recordaba ese día, estaba haciendo patrullaje con Conway cuándo le informaron del choque y fue a buscarle al hospital. Horacio le había pedido ayuda y le había ignorado. Decidió bajar todos los mensajes, ahora se sentía una mierda.

—Bueno veamos, ¿Cómo inicio está cosa?— tomo un poco de aire y coloco la primera línea.

"¿Cómo se encuentra Horacio?"

—No es demasiado formal y le puedo dar a entender otra cosa— Borro lo que ya tenía.

"¿Qué tal la está pasando?.... ¿Piensa en mi?— borró todo rápidamente

—¿Qué estoy haciendo? Debería solo ponerle feliz navidad y ya no debe ser tan complicado— se quedó analizando eso último y lanzo su celular al sofá para dejarse caer a un lado

—Me cago en la puta— se cubrió el rostro con las manos.

Pasados unos segundos alguien había tocado a su puerta. Algo extrañado se levantó para abrir. Se trataba de Horacio, Conway y Gustabo con bolsas de papel.

Muérdago (One-shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora