Un alfa para mamá (OMEGAVERSE)[KATSUDEKU]

2- Kouta y Mahoro II

Después de saber que era estéril su mundo se vino abajo. La mayoría de los alfas buscan crear una familia con su omega y así expandir su linaje. Pero él estaba muy lejos de poder cumplirlo. Por mas que se sometiera a exámenes y tratamientos no podría albergar vida en su interior...al menos eso fue lo que los médicos le dijeron en todas las clínicas donde fue.

En uno de sus trabajos conoció a Melissa, quien era pediatra de un centro de adopción de niños abandonados y huérfanos. Gracias a ella fue que tuvo la idea de adoptar al niño que lo necesitara.

Ese año adopto a Kouta de 8 años, su primogénito, aquel niño pasaba de familia en familia por ser extremadamente rebelde. Hasta que llegó Izuku dispuesto a llenar el vacío que había en su pequeño corazón.

[RECUERDO]

—... ¡Todos pueden irse a la...@#%€%!

—¡Kouta por todos los cielos!— la mujer encargada de los niños moría de vergüenza ante el comportamiento del menor—¡asi no serás adoptado, comportate!—

—¡No necesito una maldita familia! ¡son unos hipócritas! —sus ojitos se aguaban mientras gruñía y se salia de la habitación dejando a la familia boquiabierta y con otras opciones por delante.

En el pasillo, Kouta corría enojado sin ver por delante. Fue así que chocó contra alguien y ambos fueron a dar al suelo. De inmediato el adulto lo sujeto de los brazos limpiando su ropa y revisando lo.

—¡¿Estas bien?!¿no estas herido?...—

Kouta alzo la vista topándose con unos ojos verdes que le miraban con preocupación. Nadie así le había mirado, ni sus anteriores familiares. Eso le hizo sentir vulnerable y de una patada alejó al mayor quien cayo al suelo retorciéndose de dolor.

—¡Uuug....! Si...estas bien...— y Kouta de nuevo salió huyendo del lugar.

[FIN RECUERDO]

Meses después, Eri, una pequeñita de apenas 5 años que fue abandonada en las puertas del orfanato, Izuku la conoció un día que fue de súper, los niños del orfanato vendían galletas para ayudarse y ahí la vio. Entregando las bolsitas de galletas con sus pequeñas manos haciendo puntillas porque no llegaba a la mesa. Izuku supo que seria su pequeñita.

Cambió de departamento para que los niños tuvieran espacio para jugar, por fortuna Kouta inmediatamente congenió con la pequeña Eri y se hicieron inseparables.

Un año después le llego la noticia de dos hermanitos que perdieron a sus padres en un accidente. Izuku hizo todo lo posible para adoptarlos, hasta tener dos trabajos extras para poder llenar los requisitos y lo logró. Katsuma no se despegó de Izuku apenas lo vio a sus escasos dos años, mientras que Mahoro se mostraba renuente a aceptarlo, mas fue su amor y dedicación que la niña corrió a sus brazos con lágrimas una Navidad que llevaba regalos al orfanato.

Izuku se sentía feliz de tener a sus niños que no importaba lo que sacrificase, él les daría todo lo que su amor maternal le permitiese...