...
En mi momento de locura no me paro a pensar en lo tarde que es, solo corro por las calles oscuras, no puedo parar de llorar, es increíble, nada puede ser peor en mi vida, o eso es lo que pienso hasta que un vagabundo se para en mitad de la calle y no me deja pasar.
-Oye chiquilla que hermosa estás, ven zorra, eres encantadora, ven y calma estas ganas de follar de este Dios del sexo.
¡NO! No puede ser, Dios mio, ayúdame. Empiezo a retroceder, debo escaparme, voy a empezar a correr cuando el maldito vagabundo me coge de un brazo.
El muy asqueroso empieza a levantar mi vestido, me siento sucia, me rasga la ropa interior y estoy presa del pánico, no puedo moverme, mi cuerpo no reacciona, me odio por no luchar, voy a dejar que este viejo loco me robe lo único que no había entregado a James, James, el mentiroso traidor, no me lo puedo creer, lo odio. Vuelvo a la realidad cuando siento un dolor fuerte en mi pecho, el hijo de puta me mordió el pezón, ¿Por qué rayos no puedo moverme?
-Bien puta, estás rica, ¿estás preparada para mí? voy a darte la mejor noche de tu vida, voy a dejarte inconsciente, rogarás por más- Empieza a golpearme, a halarme el cabello, hunde sus dedos en mi vagina y me duele y lloro, inmóvil, ¿por qué? esto no me lo merezco es lo que pienso, no quiero vivir más, solo lloro.
Ese viejo asqueroso se empieza a bajar los pantalones, será mi final, si lo hace yo misma me tiro de un puente, no pienso vivir con tal dolor y mancha en mi vida y mi corazón, ya estoy aceptando este destino cuando escucho a alguien, es un joven, parece que viene hablando por teléfono, quiero gritar, pedir ayuda pero no puedo, mi maldito cuerpo no reacciona, el asqueroso viejo empieza a desnudarse más rápido.
-No te vas a salvar puta-Susurra
-¡Ayuda! -consigo gritar y él joven deja de hablar. El viejo loco me tapa la boca pero gano mi guerra contra la inmovilidad de mi cuerpo, empiezo a moverme, a patalear y el viejo me abre las piernas, le muerdo la mano y grito otra vez.
Esta vez parece que el chico si me escucha, empieza a correr y cuando nos ve parece volverse loco de ira, coge al vagabundo y lo golpea, parece que si no lo detengo lo va a matar, si no intercedo este chico va a meterse en problemas. Me paro con mi adolorido cuerpo y grito:
-¡Para! lo vas a matar, irás a prisión, para por favor.
El chico parece volver a la realidad y lo tira al suelo. Me mira, me mira con compasión, con lástima, parece derrotado.
-Oye, ¿estás bien? necesitas ir a un hospital. vamos, yo te llevo.
-N..No, gracias, ya has hecho mucho por mí.
-Lamento... Lamento esto, él, él te ha...
-No, me has salvado.
-Si no irás al hospital, entonces, ¿Te llevo a algún lugar?
Me percato de que sigo desnuda, me siento sucia, quiero ir a casa pero sé que hoy no podré llegar así, por lo que decido pedirle que me lleve a un hotel, llamo a mis padres para decirles que voy a quedarme en casa de Julie, sé que me creerán, ellos no dudan de mí, nunca les había mentido y es ahí cuando me doy cuenta de que debo cambiar y me propongo cambiar mi vida, me prometo no dejar que nadie más me pisotee, ya no volveré a estar débil, mi corazón esa noche se llena de ira, de rabia y decido nunca más volver a sentir amor por nada ni nadie. Primero muerta.
-Oye, ¿Segura estarás bien acá?
-Sí, muchas gracias... eh no sé tu nombre.
-Mi nombre es Ian Gregory, ten mi número, llámame si decides ir al hospital esta noche, no importa la hora- Me mira como por milésima vez y se va.
Esa noche cambió mi vida, cambié yo, mi dolor se convirtió en ira y rabia, sin embargo pienso ¿Qué sería de mí sin mi salvador?
ESTÁS LEYENDO
Y un día lo encontré.
Teen Fiction¿Qué quieren que les cuente? Mi nombre es Hanna, desde mis 16 años tenía esta sensación de tristeza y vacío que no desaparecía por más compañía que tuviera, sentía que la mayoría de personas que recurrían a mí lo hacían por mi fama de inteligencia y...