Capítulo - 2

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- ¿Este? – Me quedé estupefacto, por segunda vez, al ver el rostro de la persona que se encontraba frente a mí - ¿Te sientes bien? – Pregunto al ver que no decía palabra alguna.

- ¡¿Qué haces aquí?! – Frunció el ceño ligeramente ante mi pregunta.

- Los jóvenes deberían de tener algo de respeto hacia sus mayores ¿no crees?

- ¡Oh!, disculpe señor, ¿me podría decir qué es lo que usted está haciendo aquí? Desperdicio segundos de mi vida con tanta formalidad ¿sabes? – Dije con algo de fastidio, aunque posiblemente me estaba pasando, apenas y lo conocía y ya había roto tal vez el poco respeto que debía de haber entre nosotros dos. No hubo respuesta. Me dio la mano en señal de ayuda, pues seguía tirado entre los arbustos después del gran susto que me lleve.

- Niño tonto – Me mostro su lengua y luego una dulce sonrisa, presentía ya un enorme rubor en mis mejillas, ¡como odiaba que me delataran así!

- Oh Sehun, ¿verdad? – ¿Cómo olvidar el nombre de ese perfecto hombre? Lo recordaba perfectamente, creo que hasta él sabía que mi intento de desinterés era en vano.

- ¿Luhan?

- Sí. Así es.

- Entonces enano será. – Volvió a sonreír y yo a ver el cielo a través de su blanca sonrisa.

- ¡Oye! Sehunnie – Ahora fui yo quien frunció el ceño intentando mostrar enojo claramente falso y luego recordé a mi padre – No respondiste mi pregunta, ¿qué haces aquí? - ¿Estaba bien bromear en esa situación? ¿Mi padre lo había mandado? Seguramente.

- Creo que es un poco duro, tú sabes… - Era obvio que se refería a la infección, probablemente ahora me convertiría en objeto de burla, lastima, polémica… - Tu papá es insoportable cuando se enoja, pero estaba preocupado por ti – En alguna otra ocasión, en otra situación, me hubiese gustado conocer a alguien así antes, daría mi mayor esfuerzo para… Bueno, eso ya no importa. Tenía un aspecto tan serio, y su mirada tan fija no me ayudaba en nada, pero se mostraba divertido y cuando reía parecía que su rostro cargaba toda la felicidad e inocencia, era como un niño pequeño… Bueno ya Luhan, deja de pensar tonterías, concéntrate. ¡Dios!, me avergüenza lo cursi que puedo llegar a ser, un desastre, todo un desastre… - ¿Tienes hambre?, ¿Quieres ir a cenar? – Pregunto al notar mi total distracción y el hecho de que no eran las palabras que salían de su boca las que captaban mi total atención.

- ¿Estuviste siguiéndome todo el día? – Se sobresaltó un poco. Incluso yo me sorprendí por la pregunta. Decir tantas cosas sin pensar no me llevaría muy lejos, o… Posiblemente tres metros bajo tierra si sería algo lejos…

- Lo siento, no queríamos que fueras a hacer algo imprudente - ¿Queríamos?

- Tengo hambre – Soné algo egocéntrico, como la mayoría de las veces. Sehun me pidió que lo siguiera, y sin percatarme completamente de la situación ya me encontraba en el asiento copiloto de su auto.- ¿Qué quieres cenar enano?

- ¡Oye! Deja de llamarme así. – Hice un puchero. – No creo que haya mucha diferencia entre nuestras edades. No te ves muy viejo, ¿o sí? – Esa pregunta fue más bien para mí mismo. ¿24?, ¿25?, ¿Cuántos años tendrá? A mi papá no le gustan los novatos, de lo poco que sé de él, es algo que si podría asegurar.

- Tengo 21 - ¡¿Qué?! ¿Es tan joven? ¿Debería de considerar eso como algo bueno o malo?

- ¿Qué?, pero, estás trabajando para mi padre, ¿no?, ¿son prácticas o algo?, el no acepta practicantes, eres muy joven, a él no le gusta tener inexpertos – Me sentía, un poco orgulloso… El solía ser muy exigente con todo, se fija en cada detalle, es demasiado perfeccionista, le gusta que la atención este completamente puesta en él, y odia que los demás no cumplan con sus expectativas, no tiene paciencia, así que encuentro raro y hasta inaceptable que tenga a Sehun trabajando para él, su forma de ser cuando se trata de trabajo es desagradable desagradable y puedo decirlo porque, somos parecidos en eso.

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