𓅯Mi niñero - Aidan Gallagher Y Tu𓅯

~3~

Me había quedado profundamente dormida, cuando desperté sonaba la televisión en la parte baja de la casa, supuse que sería Aidan.

Me dirigí con un pijama algo infantil pero era cómodo.

Y baje, pero al llegar a la mitad vi que Aidan no estaba solo.

—Aidan, ¿quién es ella?—dije rascando mi ojo.

—oh, despertaste, t/n ella es mi novia, Hannah—¿NOVIA? acaso dijo, ¿novia? Aidan tenía novia....Y YO NI PUTA IDEA, weit, no tenía porque saberlo...

—amor, mira, su pijama es de limoncitos como los que tiene ahí—dijo ella mientras se reía, me estaba molestando, en mi propia casa...

—pues prefiero tener limones naturales a melones operados—sonreí y ella solo salió de la casa enojada.

—lo siento, no sabía que te insultaria—Aidan se encontraba cabizbajo frente a mi.

Pase por al lado de él, ignorandolo, en la cocina saqué unas galletas con chispas de chocolate, las amaba, son tan ricas, luego de que las saqué pase por al lado de Aidan y subí a mi habitación.

Todo hubiera estado bien si el no hubiera tocado la puerta.

—¿que quieres?—musite mientras veía mis redes sociales.

—por favor, no te enojes, en verdad no pensé que te insultaria—se notaba arrepentido, pero como no soy fácil solo lo ignoré.

Me levante de la cama y deje mi celular de lado para abrirle la puerta, el estaba ahí, cabizbajo, frente a mi, me dieron unas ganas de tomarlo del mentón y decirle "no importa" pero si importaba y mucho, estaba en mi casa, mínimo algo de respeto, ¿no?

—no, la que debería disculparse es ella, no tu, pero por favor, no la quiero en esta casa de nuevo—yo no tenia ninguna expresión y él seguía cabizbajo frente a mi, movió su cabeza en forma de afirmación, se iba a ir pero yo estaba muy aburrida arriba, quería entretencion (no mal piensen niñas)

—quiero jugar—lo quería poner a prueba, ninguna niñera había jugado conmigo, jamas, si el jugará automáticamente estaría fuera de la lista negra.

—por supuesto, que tal, ¿escondidas?—el sonrió y yo le devolví la sonrisa, esta claro, el se quedará.

—tu la cuentas—dije para ir a esconderme.

Me escondí en el armario de Aidan, su ropa olía muy bien, el ya había acomodado todo cuando llegó así que estaba su habitación lista, en verdad su colonia era muy rica.

Escuche que entró a la habitación así que contuve la respiración, pero para él fue muy fácil encontrarme.

—te encontré—el comenzó a reír mientras yo hacía un puchero, era muy bueno jugando, me tomó de la cintura pero  tropezó y caí encima de él.