Danielle.
05/04/2017.
Arrancaré estas hojas en unos días, no quiero que mi familia se entere de lo que estoy escribiendo. Si ellos lo encuentran y leen lo que dice aquí entonces ese sería un motivo de burla para ellos, yo sería el chiste de la familia durante unos días y no quiero que tomen un tema tan delicado para mí como si fuese un chiste.
Bueno... ¿Cómo se supone que debo empezar esto?
Tengo once años, no sé qué hacer, pero siento que esto me haría sentir mejor. Tal vez escribir como me siento en un cuaderno sea mi nuevo método para desahogarme, tal eso cambie la sensación extraña en el pecho y la garganta que tengo al oír a las personas burlarse de cómo me veo, pero papi me dice que soy su modelo, papi me hace sentir bien.
Me siento rara cada vez que veo a Marla y su grupo de amigas, ellas se ríen de mí frente a toda la escuela y eso me incomoda porque todos me miran como si fuese un bufón o un objeto de burla. Sus amigos me dicen cosas que me hacen sentir mal, y no quiero contarle a nadie, ni siquiera a papi porque ¿y si papi se burla de mí también? ¿y si al contarle sobre ello abre los ojos y en vez de verme como su modelo me comienza a ver como un hipopótamo? tengo miedo de que al decirle a alguien esa persona se burle de mí por tomarme en serio esos chistes, pero sé que están mal y me hacen sentir mal.
A veces mis amigas me hacen ese tipo de comentarios, a veces ellas me dicen cosas sobre mi cuerpo y me tengo que reír con ellas porque son mis amigas y nunca harían algo que me haga daño, las amigas no hacen eso, y nosotras nos reímos entre nosotras, siempre juntas. Es como la vez que nos reímos de Sofía porque se cayó de su bicicleta, pero ayer cuando Zoé me dijo vaquita vi reflejada a Marla en ella y mi corazón se aceleró, vi a Marla frente a mí, no a Zoé. Entonces me pregunté: ¿Zoé se burla de mí como lo hace Marla? No lo sé... pero no creo que Zoé haga eso, o sea, es mi amiga...
Escuché como alguien abría la puerta principal, así que cerré el cuaderno y voltee a ver esperando que sea mi madre. Quiero contarle como fue mi día, la maestra me felicitó por ser una de sus mejores alumnas.
Cuando la vi adentrarse en la sala una sonrisa se extendió por mis labios.
—Hola —saludé. Ella se quitó los zapatos y me miró de reojo, en su rostro pude notar que fue un día cansado para ella.
—Hola —me saludó de vuelta. —¿Tu padre no ha llegado de trabajar? —negué con la cabeza en respuesta a su pregunta, un suspiro salió de sus labios.
Tiró su bolsa en el sofá y rebuscó entre sus bolsillos. Vi como sacó varios dulces y se acercaba a ponerlos sobre la mesa.
—Hoy había una actividad en el trabajo, mis compañeros me llevaron muchas cosas, pero dejé la mayoría en la oficina —ella me miró con seriedad—. No quiero que comas dulces, solamente puedes tomar uno. O mejor ninguno.
Asentí. Un nudo se formó en mi garganta y dudé antes de elegir el que más llamó mi atención a escondidas y lo dejé a un lado de mi libreta. Sabía que los demás eran para mis hermanos, ellos no tenían tantas restricciones como yo.
—Hoy la maestra de literatura me dijo que era una de sus mejores estudiantes —presumí.
—Que genial —respondió, en su voz no escuché entusiasmo, pero quería seguir contándole.
Ella se dio la vuelta y se dirigió hacia el sofá, sacó su celular del bolsillo y se dejó caer allí. Me levanté de la silla y fui detrás de ella para contarle todo lo que había pasado.

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365 Motivos || (R.A #1)
RomanceObra registrada y protegida por safe creative. No se permiten plagios, adaptaciones, modificaciones, etc... Protegida bajo el código: 2103047084625 #Noalplagio #Usatuimaginacion _____________________________________ Almas destinadas a danzar juntas...