Sakura, la chica mágica

Sakura se salva a si misma

La chica que lloraba sin consuelo de repente sintió una mano en su hombro, cosa que la hizo voltear bruscamente, su gran sorpresa al voltear fue que vio a su amiga, rodeada de un blanco resplandeciente que se asemejaba a un halo sobre todo su cuerpo.

-Momoko!!- Chillaba la chica abalanzandose sobre su amiga.

-Silvia- Exclamó su amiga mientras la abrazaba cariñosamente, estás palabras dejaron a la chica sin aliento.

-Silvia, debes dejarme ir, nada de esto fue tu culpa- decía compasivamente.

-Marisol...- decía Silvia con más lágrimas. -Marisol perdóname, de verdad perdón, yo no pude salvarte, en verdad lo siento- dijo para después quebrarse.

-Eres mi mejor amiga Silvia, siempre lo has sido, yo sé que intentaste ir por mi...-

-Marisol, lo siento, lo siento-

-Silvia, lo menos que puedes hacer por mi es seguir con tu vida, tu no hiciste nada malo, porfavor, tienes que entender, no puedes regresar el tiempo, no hay nada más que hayas podido hacer por mi..- Marisol tomó con sus manos las mejillas de su amiga para limpiar sus lágrimas.

-Puedo recordar ahora...- dijo Silvia un poco más tranquila.

-Me alegra que lo hagas- sonrió Marisol abrazando a su amiga quien correspondió el abrazo fuertemente.

-Adiós Silvia, fuiste la mejor amiga que todo el mundo quisiera tener- se despidió Marisol mientras desaparecía.

-Te quiero Mari, fuiste mi mejor amiga también- se despidió Silvia sintiendo como su amiga se desvanecía dejando un vacío.

El mundo comenzaba a ser más claro.