Songs - l.s. (One Shots)

𝑻𝒆𝒆𝒕𝒉

"Peleas tan sucio,
pero tu amor es tan dulce;
hablas tan lindo,
pero tu corazón tiene dientes;
Demonio tarde en la noche,
pon tus manos sobre mi;
Y nunca jamás me dejes ir"

- Teeth (5 Seconds Of Summer)

* * *

Louis dio un último movimiento antes de caer sobre el sudado cuerpo de Harry, sus respiración aceleradas volviendo a la normalidad se mezclaban con el olor a sexo de la lujosa habitación de hotel.

Ambos se quedaron en esa posición unos minutos, bajando del shock post-orgasmo, tratando de volver a la realidad. Sin siquiera mirarlo, Louis se impulsa con sus brazos para que Harry salga de él y así poder sentarse a su lado.

No hablan, no se besan, no se miran, ellos solo existen entre copas de champange y lujosas habitaciones de hoteles.

Louis se inclina hacia él costado y agarra un cigarro que coloca entre sus labios, mientras con una mano acerca el fuego y con la otra bloquea el viento. Da un par de caladas y Harry mueve su cabeza para observar cómo el delicado humo gris deja los finos labios de Louis. Casi pareciera que no los toca, simplemente pasan entre ellos y se desvanecen en la nada al no poder tocarlo; aunque nada puede tocar a Louis, no realmente.

Da un par de caladas más antes de agarrar el teléfono de la mesa de noche y marcar serie de números que lo comunican con servicio a la habitación.

—Buenas noches, quisiera ordenar unos frutos de estación frescos y un Louis Roederer Cristal Rosé, cosecha del 2012 —. Harry lo miro, y Louis le sonrió de costado, sabían lo que la champange significaba —. En hielo, la quiero helada.

Louis cortó rápido la llamada y colocó con gracia en teléfono en su lugar mientras volvía a acercar el cigarro a sus labios y se enfrentaba a su amante.

—¿Te quedas? —pregunto con una sonrisa ladeada, demostrando que no había lugar a una respuesta que no fuera la que esperaba.

—Sabes que si —dijo Harry, inclinándose hacia adelante y sacándole el cigarrillo de las manos, bajo la atenta miraba de Louis —. No me perdería una buena botella de champange.

—No solo es una buena botella, cariño —. Harry dio una calada y Louis inspeccionó todo su rostro, levantando la mano para sacar del medio cabellos rebeldes —. La cosecha del 2012 dejó al una Pinot Noir impresionante, ni hablar de la Chardonnay.

—No puedo esperar a probarla, entonces.

Louis acarició el contorno de su rostro, siguiendo con fijeza el recorrido de sus dedos por la delicada piel del muchacho enfrente suyo. Harry cerró los ojos y sintió el contacto, aquel que no pasaba mucho pero que tanto conoce.

Harry soñaba con poder tener a Louis, lo anhelaba con cada célula de su cuerpo; lo deseaba en las mañanas, lo añoraba en los días y lo soñaba en las noches. Louis representaba para él, la simpleza del todo.

Alguno días, como el presente, Louis era lo único que conocía, aquello que lo calentaba en los frías noches, la gota de agua en medio de la sequía. En esos días, Harry sentía tanta cosas hacia Louis que sus ojos no dejaban su cuerpo, su mente no dejaba de imaginarse fantasias sobre un futuro, sobre posibilidades. Eran esos días, donde Harry le rogaba por noches entre las sábanas y vacías copas de alcohol.